Ya sabemos que hay gente que firma manifiestos a cuatro manos o a seis patas -según se aproximen mas al ungulado o a la cucaracha-, y a diez huellas digitales, cuando no veinte. Hay gente que vive de firmar manifiestos y que hace de ello profesión bien remunerada. Hay gente, por último, que con tal de salir en la foto firma hasta en papel higiénico.
Ahora, los abajofirmantes de la farándula cutre y zarrapastrosa se dedican a apoyar a CNN+, y lo hacen -según El Plural- con afán combativo digno de encomio. No parece sino que se las tienen que ver con una censura gubernativa -de las que tan pródiga fue la Segunda República, por ejemplo-; con la cacicada de algún mandamás; con el mismísimo Fraga, en funciones de Ministro de Información y Turismo.
Sin embargo, lo que acontece no es que el señor Rodríguez eche el cierre a un medio de comunicación; ni que el Gobierno niegue a esa cadena de televisión lo que en justicia le corresponda -como ocurrió en su día con El Alcázar, otra vez por ejemplo-; ni siquiera que los fachas -que tanto poder tenemos, según dicen ellos, los rojos de salón y Visa- hayamos dicho esta boca es nuestra contra esa emisora, profusamente ignorada.
El problema es que el grupo PRISA la cierra porque está perdiendo dinero a espuertas, y la bolsa de Rodríguez ya no les llega tanto como antes, porque buena parte de los cuartos -de nuestros cuartos- se quedan en Público.
De forma que los actores, actorcillos, actorcetes y demás desconocidos solamente por estampar la pezuña en manifiestos varios, lo tienen bien fácil. Si -como dicen- "no estamos dispuestos a rendirnos sin alzar la voz", que alcen también la pluma -estilográfica, digo- y firmen algún chequecito para mantener ese "instrumento vital para la formación de ciudadanos"
Lo tienen bien fácil, coño, y ya se lo devolverá la señora Sinde en subvenciones.
Ahora, los abajofirmantes de la farándula cutre y zarrapastrosa se dedican a apoyar a CNN+, y lo hacen -según El Plural- con afán combativo digno de encomio. No parece sino que se las tienen que ver con una censura gubernativa -de las que tan pródiga fue la Segunda República, por ejemplo-; con la cacicada de algún mandamás; con el mismísimo Fraga, en funciones de Ministro de Información y Turismo.
Sin embargo, lo que acontece no es que el señor Rodríguez eche el cierre a un medio de comunicación; ni que el Gobierno niegue a esa cadena de televisión lo que en justicia le corresponda -como ocurrió en su día con El Alcázar, otra vez por ejemplo-; ni siquiera que los fachas -que tanto poder tenemos, según dicen ellos, los rojos de salón y Visa- hayamos dicho esta boca es nuestra contra esa emisora, profusamente ignorada.
El problema es que el grupo PRISA la cierra porque está perdiendo dinero a espuertas, y la bolsa de Rodríguez ya no les llega tanto como antes, porque buena parte de los cuartos -de nuestros cuartos- se quedan en Público.
De forma que los actores, actorcillos, actorcetes y demás desconocidos solamente por estampar la pezuña en manifiestos varios, lo tienen bien fácil. Si -como dicen- "no estamos dispuestos a rendirnos sin alzar la voz", que alcen también la pluma -estilográfica, digo- y firmen algún chequecito para mantener ese "instrumento vital para la formación de ciudadanos"
Lo tienen bien fácil, coño, y ya se lo devolverá la señora Sinde en subvenciones.
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