Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 28 de junio de 2016

SOBRE LO DEL FÚTBOL.


Como no soy entendido -más allá de saber lo que me gusta y lo que no-, no hablaré de lo que se podía haber hecho o lo que se debiera haber omitido. Simplemente diré que a mi no me parece que sea fútbol eso de jugar en cinco metros cuadrados al tuya, mía; tuya, mía; tuya, mía; tuya, mía...; hasta que los propios jugadores se duermen y entonces viene un italiano y se lleva el balón.

Sólo diré que -una vez más, y como siempre- la culpa de todo la tiene Casillas.


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