Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 15 de abril de 2020

SOBRE LA REPÚBLICA DE IGLESIAS Y GARZÓN.

Ayer, como suele ocurrir cada
año por estas fechas, fue 14 de abril. Día que a la mayoría de la gente le trae al fresco, a los idiotas les sienta como un chute de su droga predilecta, a los canallas les sirve para hacer propaganda y a unos cuantos -los que ni somos idiotas, ni somos canallas, ni somos analfabetos- nos recuerda la época de sangre y mierda que aquella República segunda trajo a España.

Si gustan, pueden leer en El Correo de España mi opinión sobre las alabanzas segundorepublicanas de Pablo Iglesias y Alberto Garzón: ahí donde ustedes los tienen, Vicepresidente y Ministro del Gobierno, respectivamente, del Reino de España

Téngase en cuenta que a mi tampoco me gusta que España sea una monarquía, ni que el nombre oficial sea el citado: Reino de España. Para mi, con el sacrosanto nombre de España, a secas, basta; pero la realidad -si miran su permiso de conducir lo comprobarán- es la que es, y lo primero que hay que hacer para cambiarla es conocerla.

      

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