Creo que fue don Alfonso Guerra, con su gracejo habitual, el que acuñó allá por la transi-traición una frase -contra Franco vivíamos mejor- que se ha convertido en un auténtico estilo de vida entre los rojos, bien que silenciándola, no se les vaya a ver el plumero.
Ahora, con la reciente aprobación por el Gobierno de esa llamada ley de memoria democrática han alcanzado sus últimos objetivos. ¿Para qué vamos a poner los remedios posibles ante la pandemia, para qué vamos a crear empleo, para qué vamos a hacer cumplir leyes tan absurdas como la Constitución -que si, que es una mierda, pero es lo que hay-, si podemos vivir contra Franco?
En fin, como de costumbre últimamente, tienen mi opinión al respecto en El Correo de España.