Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 22 de octubre de 2013

SOBRE EL RECUERDO ANUAL A MI CAMARADA LUIS TAPIA AGUIRREBENGOA.

Los amigos y camaradas que me hacen la merced de visitar este diario, saben que mi mes de Octubre se significa por el recuerdo a dos grandes hombres. El uno, maestro a través de sus obras a quien no tuve la fortuna de conocer personalmente, es Rafael García Serrano, a quien el pasado día 12 dediqué un artículo. 

Artículo -todo sea dicho en honor a la verdad- que ya había sido publicado años atrás, porque en esta ocasión un cúmulo de circunstancias me han tenido tan centrado en problemas concretos, que casi marro la ocasión por primera vez en un cuarto de siglo.

No quiero que me pase lo mismo con respecto a otro de mis maestros al que -en este caso- sí tuve la suerte de conocer y de tratar personalmente: mi amigo y camarada Luis Tapia Aguirrebengoa. 

Para quien -como yo- le conociera, todo comentario es innecesario. Su fe, su valor, su hombría de bien, su gallardía, su señorío, siempre será muestra y ejemplo a seguir. Para quien no tuviera la fortuna de tratarle, cuanto yo pueda decir es inútil, porque nunca conseguiré dar una idea exacta de la serenidad, la seguridad y el buen juicio que su sola presencia transmitía. 

De su vida militar da fe el hecho de que, al cabo de los años, sus legionarios le recordaran con el cariño y la admiración que sólo produce un buen jefe. De su actividad periodística, son testigo las hemerotecas y la colección de EJE, a la que quien lo desee puede acceder en mi página de Ediciones anteriores; de su incansable actividad política al servicio de España, queda la semilla en sus queridas islas Canarias, presta a la cosecha a poco que se atienda la siembra que él hizo, como ya demostré -con datos- en no recuerdo qué pasadas elecciones. 

Sé que me repito, pero es que todo lo que se puede decir de Luis Tapia Aguirrebengoa se resume en pocas palabras: un caballero español y un Caballero Legionario.

Luis Tapia Aguirrebengoa, ¡Presente!

Publicidad: