Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 7 de febrero de 2012

SOBRE EL COMUNICADO DEL NpE.

Comunicado que transcribí hace unos días, acerca del que mi camarada JF me hizo llegar la siguiente puntualización:

* * * * *

Rafael, nadie me puede echar en cara que yo no haya peleado por lo nuestro hasta ponerme en peligro de querellas (he tenido dos) y cosas de esas, por eso entenderás mejor lo que te voy a decir.

Ese ataque duro a la Fundación FF, y mucho más al hacerlo público, me parece desproporcionado y también injusto.

"Las relaciones del NPe con la FNFF, por estas y otras razones, son pésimas. Si alguien ha defendido la memoria de Franco casi sin medios ha sido el NPe. Si alguien ha dejado de hacerlo durante décadas con los medios para llevar a cabo esa defensa ha sido la FNFF que debiera hacer un examen de conciencia a fondo sobre su ineficacia e inutilidad."

Ambos estáis, estamos, en la misma trinchera y me imagino la alegría de los de enfrente al ver esta situación. Posiblemente la Fundación ha pecado de prudente, y entiendo que lo expongáis, pero vosotros también pecáis de ingenuos si pretendéis que la Soraya y su jefe admitan manifestaciones con himnos y entradas al paso en la Basílica con banderas y gritos de ritual.

Yo he levantado el brazo y cantado el Cara al Sol mucho antes de que vosotros nacierais; mi madre es la primera falangista al sur del Trópico de Cáncer; mi padre, falangista dos meses antes de caer en el frente de Madrid; y yo “balilla” en Lugo en julio de 1936… Y sin embargo considero que lo que hay que exigir al PP, Soraya por medio, es la reapertura del Valle en las mismas condiciones de antes de cerrarlo, pero antes hay que reconstruir lo que se ha destruido (La “Piedad”…) o dejado que se deteriore (“Evangelistas”, etc…); devolverle al Patrimonio como estaba antes; y reabrir dependencias, desde el teleférico hasta los retretes. Esto sí es posible con los PPeros, pero pretender que ellos autoricen lo que pedís, es obligarles a que se enroquen o se cierren como una almeja a la que echan limón. Es perder el tiempo y la ocasión de oro.

Y, de paso, a ver cuando las falanges se convierten en Falange.

Pues eso y ¡Arriba España!

JFT

* * * * *

Por supuesto, todo ello sin ánimo de polemizar, y menos aún sobre este tema en el que en el fondo estamos todos de acuerdo en la fundamental.

Publicidad: