Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 11 de agosto de 2012

SOBRE UN GARZONITA.

Garzonita que se escuda tras unas simples iniciales -DGG-, y que propósito de mi entrada de hace unos días sobre la última estupidez del señor Garzón, dice lo siguiente:

***

Ese hombre tiene dos cosas fundamentales q tu no tienes, cerebro y cojones! Q facil es hablar en la impunidad de un blog facha y q atrevida es la ignorancia!

***

Como se puede comprobar, además de garzonita este DGG es necio, condiciones necesariamente complementarias; así como suficientemente burro como para no saber escribir, y menos aún puntuar debidamente.

Por supuesto, garzonita DGG, no tengo el cerebro de ese hombre. No tengo capacidad para ser juez y parte; para aplicar la ley según lo conveniente a un partido político; para mandar a los escoltas -que por supuesto no tengo- a sacarle las castañas del fuego a un hijo delincuente; ni para enviarlos en autobús a llevarme el equipaje. No tengo desvergüenza para pedir subvenciones a empresas sirviéndome de mi cargo. No tengo la desfachatez de viajar por el ancho mundo a costa del contribuyente, mientras me dejo trámites sin resolver en mi trabajo, de forma que acaben en la calle etarras y narcotraficantes.

En cuanto a los atributos masculinos del señor Garzón, los desconozco y no tengo intención de que mi ignorancia al respecto cambie. Usted, garzonita DGG, los conocerá, puesto que los alaba; pero esas intimidades son cosa de ustedes, y a mi no me incumben.

Desde luego, usted, señor garzonita DGG, es la prueba de que la ignorancia es muy atrevida. Tan atrevida, que aunque se escuda en unas iniciales y una web inexistente, me acusa de hablar desde la impunidad de un blog facha. Si usted, garzoncillero, supiera leer, habría observado que firmo con mi nombre y añado la foto, para quien guste mirarla. Sea un capullo como usted, garzoncillero DGG, o un juez prevaricador.

En cuanto a facha, podría decirle que más vale ser facha que hijo de puta; pero además, es que para los cuatezones de su calaña, DGG de los garzones, yo soy, por la gracia de Dios, Nacionalsindicalista.

Y vaya usted, DGG cuasi anónimo y totalmente idiota, a hacer puñetas para su amado Garzón.

SOBRE EL FRANQUISMO DEL SAT.

El SAT es el Sindicato Andaluz de Trabajadores; ese que, ayudado por el cavernícola Sánchez Gordillo, se ha dedicado últimamente al robo descarado en supermercados.

El SAT está dirigido por un individuo llamado Diego Cañamero, y en su página web se pregunta si el hecho de que los ladrones sean detenidos supone la vuelta al franquismo.

Ya hice mi comentario a propósito del diplodocus Sánchez Gordillo que -a su pesar- acababa afirmando tales cosas, que con poca inteligencia bastaba para entender que sólo un sistema franquista podía ser justo.

Ahora, a propósito del señor Cañamero, sólo tengo que copiar unas declaraciones suyas de hace unos años, que tuve la humorada de recoger en mi diario, procedentes del Diario de Navarra:

Franco dio mil veces más tierras a los jornaleros andaluces que el Gobierno socialista en 25 años, declaró Diego Cañamero, secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC). El líder del SOC dijo que en los últimos tiempos de Franco y los primeros años de la UCD se repartieron lotes de tierra de 6 y 12 hectáreas a jornaleros, fundamentalmente a padres de familia numerosa, en el bajo Guadalquivir, mientras que el Gobierno socialista en 25 años no ha repartido ni una sola hectárea de tierra.

SOBRE LA ATENCION SANITARIA A ILEGALES.

A ilegales, si; porque las personas no serán ilegales -según los fantoches vociferantes- pero las situaciones administrativas, si.

El director general de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Agustín Rivero, ha confirmado -según Público- que los 'sin papeles' crónicos serán atendidos y se pasará la factura a sus países de origen. "Se les enviará por la asistencia que se le ha prestado aquí", asegura.

Todo muy bonito, ¿verdad?. Inmigrantito ilegal atendido, factura cobrada a su país de origen, todos contentos. Sobre todo, los votantes del PP.

El problema viene cuando uno se informa en fuentes distintas de las pepederas habituales y mira, por ejemplo, El País, que explica bastante razonadamente que la propuesta es inviable. En suma, que es otro brindis al sol, otra mentira al borrego votador, otra tomadura de pelo como la del aborto gallardoniano o la EpC wertiana.

Y uno, que a veces resulta un poquito radical -en el sentido de ir a las raíces de los problemas- se pregunta si no es más fácil enviar a sus países de origen a los inmigrantes ilegales.

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