Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 24 de febrero de 2009

SOBRE LA NO INTIMIDACION.

Porque el mismísimo señor Rodríguez afirmó el pasado sábado que no va a consentir que se intimide a los jueces.
Supongo que el juez Ferrín Calamita se habrá sentido muy aliviado con esta declaración.

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