Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 31 de diciembre de 2008

SOBRE EL CAMBIO.

No, evidentemente, el del señor González de hace 26 años; aquél que consistió en homologarnos con los más preclaros chorizos del Universo y las mejores corrupciones bananeras del Orbe. Y con los crímenes de Estado, sin homologación posible en el afán chapucero y trincón.
Tampoco el del señor Rodríguez, consistente a lo que se ve, con meternos de hoz -con martillo- y coz -de Bermejo el rojo- en 1936, buen año aunque los sociatas siempre digan que recordar las cosas aquellas es de nostálgicos y desestabilizadores. Ahí es nada: una ley para la nostalgia del abuelito cabrón.
Y menos aún la del señor suertudo Obama, que por la cuenta que nos trae a los habitantes del mundo nos debería preocupar, aunque el tío ya está demostrando que es listo: desmantela la prisión de Guantánamo, si, pero ni hablar de soltar a los presos; se los endilga a los aliados de la OTAN europeos, ahí tenéis eso, hijos, que yo soy muy progre para tenerlos en casa.
No; el cambio es el de mi domicilio cibernético. Ya algunos de los habituales habrán observado referencias a otro "Mi libre opinión", con el que durante un par de meses este blog ha compartido comentarios.
El anterior alojamiento ha sido respetuoso con mis opiniones y no tengo queja al respecto. Sin embargo, no he sido capaz de descubrir en él la forma de hacer algunas cosas que el nuevo sitio si permite a alguien de corto conocimiento, como es el caso. Tampoco la publicidad automática que me ponía -por ejemplo, pidiendo el voto al PP durante las campañas electorales, u ofreciendo casas de citas en red- era de mi agrado.
En consecuencia, quienes gusten, tendrán a partir de ahora -y de forma permanente y exclusiva- esta su casa en esta nueva dirección donde les espero con el artículo 20 de la Constitución izado.

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