Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 9 de enero de 2011

SOBRE EL AVISO DE DON ARTUR.

Que ha afirmado en una entrevista -de la que se hacen eco La Gaceta y 20 Minutos, que son los que consulto, pero ahí les dejo la imagen de la portada de La Vanguardia-, que "Si España no se mueve, hay riesgo de ruptura".
Y luego se explica: "Si España pretende que el diseño de las autonomías que se hizo en su momento es inamovible, ahí no hay punto de encuentro sino de ruptura. Y también depende de ellos".
En esto, quien me lo iba a decir, estoy plenamente de acuerdo con el señor Mas: el diseño de las autonomías no es inamovible, y supone un riesgo de ruptura.
Obviamente, no por su idea de que el Estado Central -esto es, los demás españoles- le paguemos la deuda que ha dejado el señor Montilla, para lo que reclama nada más que 20.000 milloncejos, pobrín.
Lo que urge escuchar a don Artur, y tomar las medidas pertinentes: disolución de las autonomías, con la simple aplicación del artículo 155 de la Constitución.

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