Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 19 de febrero de 2011

SOBRE EL MACHISMO DEL PSOE.

Machismo -para llamarlo con palabro que los progres entiendan- que se manifiesta en la oposición a la Ley con que la Junta de Galicia se propone ayudar a las mueres embarazadas.
La Ley propone -según Religión en Libertad- cosas como que "las embarazadas también serán consideradas unidad familiar par así poder optar a las distintas ayudas y se llevarían a cabo medidas para conciliar la vida laboral y familiar"; "fomentar la natalidad y el derecho a la vida en formación"; la promoción de la adopción y la acogida como "alternativa para que la mujer gestante pueda continuar con su embarazo"; garantizar la protección de los derechos de las familias; "fomento del acogimiento familiar y de la adopción" en los casos que sea necesario, así como ayudas y apoyo a mujeres embarazadas en riesgo de exclusión y acciones de inserción laboral de las mismas; protección de miembros de especial atención en las familias como los niños, los mayores y los discapacitados o dependientes; fomentar la instauración de centros de atención a la infancia en lugares de trabajo, como polígonos industriales, y permitirá a los padres o cuidadores de dependientes y mayores elegir el turno de trabajo más conveniente para sus necesidades familiares.
En fin; todo ello, como se ve, profundamente antisocial, antifeminista, contrario a razón, antidemocrático y -por supuesto- como ha insinuado una señora llamada Beatriz Sestayo, diputada y portavoz de Servicios Sociales del PSG, propuestas "rancias, retrógradas y predemocráticas".
También a esta doña Beatriz le parece que proteger a la mujer, permitirle que no se convierta en asesina abortando, darle la posibilidad de percibir ayudas, o la opción de la acogida del hijo, es reducir a la mujer al papel de "reproductora y para cuidar mayores", amén de suponer un retorno al "patriarcado", donde las mujeres sólo cocinarán y tendrán hijos y la vuelta a un modelo de extrema derecha.
Ello supone, pues, que el ideal socialista es prohibir cualquier ayuda a la mujer que quiera tener hijos; eliminar la adopción y el acogimiento de niños huérfanos; negarle el derecho al trabajo a las mujeres con descendencia; negar cualquier protección especial a los niños, los mayores, los discapacitados o los dependientes; poner todas las trabas posibles a la instalación de guarderías en los centros de trabajo; prohibir que las mujeres cocinen y extirpar la función reproductora, no se sabe si con tijeretazo físico o sólo legal.
De manera que ya lo saben ustedes: las mujeres que quieran tener hijos, que necesiten ayudas familiares para mantenerlos -entiéndase desgravaciones de impuestos, guarderías y colegios públicos, conciliación familiar y laboral-; que necesiten trabajar y quieran hacerlo, no tendrán más remedio que -es doña Beatriz Sestayo quien lo dice-, votar a la ultraderecha.
Gracias, doña Beatriz. Ya era hora de que dijesen las cosas claras.

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