Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 23 de enero de 2009

SOBRE ABORTO Y EXCOMUNION.



Monseñor Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, lo acaba de decir bien claro, según informa Diario Ya: el castigo de la excomunión no es solo para las mujeres, sino para todos aquellos cuya colaboración directa haya sido necesaria para la ejecución de un aborto.
Es decir: que el señor Rajoy, que ha afirmado que su objetivo es que la Ley de despenalización del aborto se quede como está, incurre en excomunión automática; que don Alejo Vidal Quadras, votante a favor de la consideración del aborto como Derecho, incurre en excomunión automática; que doña Esperanza Aguirre, que financia los abortos con los conciertos con las clínicas donde se perpetran, incurre en excomunión automática; que don Alberto Ruiz Gallardón, que reparte, incluso entre menores de edad, píldoras -abortivas- del día siguiente, incurre en excomunión automática.


Que las estrellas radiofónicas de la cadena COPE -la de los Obispos, miren ustedes por dónde- que apoyan y publicitan a los excomulgados citados anteriormente, incurren en excomunión automática. Que los votantes del PP, que con su voto y su apoyo facilitan la política excomulgada de los citados peperos, deben considerarse automáticamente excomulgados.
Bien: ahora esto no lo ha dicho un fascista, retrógrado, ultra, y extremista como este su servidor que suscribe, sino Monseñor Martínez Camino. Así es que cada cual se aplique el cuento.



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