Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 29 de octubre de 2016

SOBRE LA FIESTA PALETA.


Pues eso.

Y gracias por el envío a quien me ha remitido la viñeta; y gracias al dibujante, cuya firma no consigo ver lo suficientemente bien como para transcribirla, pero que capta a la perfección la diferencia entre ser persona normal y ser un papanatas xenófilo.

sábado, 22 de octubre de 2016

SOBRE MI CAMARADA LUIS.

Mi camarada Luis es el Ilustrísimo Señor don Luis Tapia Aguirrebengoa, Coronel de Infantería, legionario y -aunque parezca mentira, se hace necesario decirlo- español.

Español de esos que hoy no están -estamos, salvando las distancias- bien vistos. Español de los que nunca robaron, ni traficaron con influencias, ni antepusieron el cocido al honor. Español, por tanto, de los que casi nadie va a recordar en este aniversario de su muerte, salvo los que tuvimos el honor de conocerle, tratarle, tenerle como amigo, como maestro y como camarada.

Ya he dicho en otras ocasiones cuando podía decir del Coronel Tapia Aguirrebengoa, Jefe al que sus legionarios respetaban y querían, y sobre mi camarada Luis, que ponía siempre el tono justo en nuestros debates de la Junta Nacional de Juntas Españolas, y hablaba -escribía- desde las páginas de EJE a las que daba brillo y razón.

Así que sólo me queda decir, otro año, que los que -junto a tí- intentamos hacer una España mejor, seguimos aquí. Que esta España no es que sea peor que la que teníamos entonces, y mucho peor que la que queríamos, sino que ya ni es España ni es nada mas que una cochiquera de tribus y se sinvergüenzas; y que nosotros, sin necesidad de ser unos linces, ya vemos llegar el momento. 

jueves, 13 de octubre de 2016

SOBRE EL PREMIO A DON ROBERTO.

Porque, por mucho que algún agente discográfico le bautizase como Bob Dylan, el reciente premio Nóbel de Literatura nació como Robert Allen Zimmerman (en hebreo, Shabtai Zisl ben Avraham, según la Wikipedia). De donde me permito deducir que el señor Zimmerman es judío -al menos de nacimiento-, lo cual no tendría que significar nada especial. ¿O si?

Desconozco en absoluto lo poéticas que puedan resultar las letras de las canciones del señor Zimmerman. No entiendo de inglés mas que lo justito para medio enterarme de lo que dicen los manuales informáticos, y las traducciones que he visto en Internet no me parecen gran cosa. Puede que lo regular -tirando a malo- sea la traslación de idioma, y no las letras en sí; pero en la duda, me quedo en mi idea.

Desde la más profunda ignorancia, pues, de los méritos de don Bob Dylan para recibir el Premio Nóbel de Literatura, tengo que coincidir -como siempre, por otra parte- por lo que dice mi camarada Eloy en su Trinchera: esto no es sino otro ejemplo de la apabullante medianía de la supuesta élite intelectual. Triunfa lo vulgar -lo chabacano,  lo zafio y lo grosero, si me apuran-, y se desprecia todo aquello que podría elevar el nivel cultural.

Dicho esto, no me queda sino dar gracias a Dios de que jamás se le concediera ese Premio Nóbel a Rafael García Serrano.

miércoles, 12 de octubre de 2016

SOBRE EL MAESTRO.

El maestro es, evidentemente, Rafael García Serrano, como ya saben mis amigos habituales.

A estas alturas, casi tres décadas después de su fallecimiento -12 de Octubre de 1988-, supongo que nadie del mundo que se proclama intelectual lo va a recordar. Tampoco -me temo- seremos muchos a recordarlo entre los que sabemos que se le debe la mejor literatura en lengua española de todos los tiempos, con permiso de Cervantes y Quevedo.

Supongo que tampoco el próximo año, cuando se cumpla el centenario de su nacimiento -11 de febrero de 1917- habrá nadie que se moleste en hacerle el homenaje que España le debe, que le deben cuantos de él aprendieron y a los que él abrió camino. Así es que, desde aquí -que ya se que no es una plataforma de gran difusión, pero no tengo otra- lanzo la idea de que, al menos los que conservamos memoria y vergüenza, hagamos circular el aviso, por si alguien situado donde se pueden hacer estas cosas recupera la sensatez, la decencia y el buen gusto.

miércoles, 5 de octubre de 2016

SOBRE EL MÁXIMO INTERÉS DEL PSOE.


Quizá mis habituales se hayan extrañado de que no haya comentado nada sobre el tema del PSOE hasta la fecha. Pero es que, en realidad, poco había que comentar. Veamos:

El golpismo del PSOE -ellos son los que han dicho que la defenestración del señorito Sánchez ha sido un golpe de estado dentro del partido- no es cosa nueva. ¿Cuántos intentos -si bien fallidos- llevamos conocidos en las últimas décadas? Mi memoria no alcanza a tanto, y no tengo archivo para comprobarlo, pero quien guste de husmear en la pequeñez cotidiana ahí tiene las hemerotecas.

Tampoco le ha hecho ascos nunca el PSOE al golpe de Estado -esta vez con mayúsculas- externo al partido; y, para desmemoriados progres conviene recordar Octubre de 1934. O -para no irnos tan lejos- febrero de 1981.

Lo que sí merece comentario es la situación en que queda el partido socialista y, por ende, la situación nacional.

Ante el PSOE se abren dos posibilidades, ya más que comentadas en prensa, radio y televisión, por lo que no ahondaré. En resumen, se trata de que consienta la investidura de Rajoy o de que vayamos a unas terceras elecciones dentro de poco más de dos meses.

Ambas cosas son malas para el PSOE, y enfrenta a los nuevos dirigentes a una disyuntiva imposible. Si se abstiene y, a consecuencia, gobierna el PP, puede dar por perdidos buena parte de sus votos en un futuro próximo. Si persiste en la negativa y se producen nuevos comicios, puede dar por perdida la mayoría de sus votos dentro de dos meses. 

Podría pensarse que le queda la opción de negociar la investidura y obtener a cambio algún rendimiento, pero esta es una ilusión falsa. Rajoy sabe -o debería saber- que el PSOE ya no está en posición de fuerza. Lo que tal vez pudiera haber obtenido Sánchez a cambio de una abstención, ahora ya no es posible.

Y no lo es, por la sencilla razón de que ahora es el PSOE el que necesita, como sea -frase favorita del zapaterismo- un gobierno del PP; y un gobierno estable, que dure por lo menos tres años.

El PSOE necesita tiempo para recomponerse, para lamerse las heridas y para -probablemente- limpiar sus huestes. No se puede siquiera permitir una oposición furibunda que diera paso a elecciones anticipadas, porque entonces el lastre que lleva acumulado se dejaría sentir y quedaría sobrepasado por la ultraizquierda podemita.

Queda por ver si Rajoy es capaz de manejar la situación sin arrogancia y con la suficiente mano izquierda, ofreciendo al PSOE una salida decorosa -algún pacto sobre determinados temas o incluso, en el colmo de un impensable maquiavelismo, algún ministerio de poco peso pero de representación-, o se regodea en hundir al adversario, lo que devendría en fomentar el podemismo.

Queda también por ver si los votantes y los militantes del PSOE, que en su mayoría son de extrema izquierda -y sólo hay que ver con qué buen ánimo recibieron al guerracivilista Zapatero y a su posterior émulo Sánchez, ejemplo donde los haya de estalinista en el manejo de su partido- son capaces de darle al PSOE esos años que necesita para resurgir o, cuando menos, frenar la descomposición.



martes, 4 de octubre de 2016

SOBRE LOS CACHORROS SUELTOS.


Los mil cachorros sueltos del león español que cantó el nicaragüense Rubén Darío, y que se han reencarnado en la Colombia que rechazó el pasado domingo la claudicación frente al narcoterrorismo.

Uno intenta trasladar la situación a la España que aplaudió con las orejas y a cuatro patas, en el parlamento y en la calle y en la prensa, la rendición de Zapatero frente a ETA; ese señor Zapatero al que, en su frente circunfleja, habría que inscribir la leyenda como sea, que fue su guía.

Uno lo intenta, y no consigue mantener la esperanza de que, de haberse producido una consulta similar en España, el resultado hubiera sido parejo al colombiano. Uno se pregunta qué inmensa mayoría de borregos -ETA, escucha/aquí tienes mi nuca; manos blancas de rendición- hubiera obtenido la claudicación del Estado frente al crimen organizado.

Y uno tiene que felicitarse de que, pese a que en España el león se haya convertido en minino de compañía -castrado y somnoliento-, aún queden miles de cachorros del león español  -esos que anteponen la dignidad al pesebre- sueltos en las tierras hermanas de América.


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