Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 30 de julio de 2010

MAS SOBRE LOS TOROS.

Mi camarada Rafa España -que temía no ser comprendido por ello- se mostraba a favor de la abolición de la fiesta de los toros, con una buena serie de razones.
Razones con las que no estoy de acuerdo, pero que no voy a discutir, porque en estos casos todo depende mucho de la valoración personal de cada uno.
Lo que quiero decir es que respeto profundamente tanto las razones, como las emociones, como la postura de mi camarada -de todos mis camaradas que piensen como Rafa España sobre el tema de los toros-, por una razón sencilla: porque a él -a ellos- si les creo.
Creo que mi camarada Rafa España abomina de lo que para el significa tortura hacia un animal. Creo en su buena fe y veo la lógica de sus razones. Creo en él -en ellos, que mas de uno habrá- y lo respeto, porque se que es sincero en su preocupación por la vida y es consecuente consigo mismo.
Por esa misma razón, no puedo creer a tantos otros -los abajofirmantes separatistas, los animalistas animales, los ecologistas sandía- que defienden a los animales mientras piden aborto libre y a caño abierto.
A esos no los puedo creer, así es que no me queda más remedio que despreciarlos como hipócritas y sinvergüenzas.

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SOBRE EL MAPA DE TRAFICO.


Dice El Imparcial que en el mapa de desplazamientos previstos que ofrece la DGT no figuran ni Vacongadas ni Cataluña, cosa que le llama poderosamente la atención.
Lo que a mi me llama la atención, es que en El Imparcial no sepan que hace ya muchos años que la DGT no tiene competencias sobre la regulación del tráfico en esas dos regiones; que las competencias fueron traspasadas en cambalache a los votos necesarios en el Congreso para el partido de turno, y que ni siquiera son fiables los datos de accidentes con víctimas mortales ocurridos en ellas, porque los mandamases de sus chiringuitos autónomos envían los partes cuando y como les sale de las chapelas y barretinas.
Cosa muy de lamentar y muy escandalosa, si. Pero menos que la causa primera, el traspaso de competencias y, en suma, el despiporre autonómico, del que nadie dijo ni mú en su día.

SOBRE LA LAUREADA VALLISOLETANA.


La que -dice Público- el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, del PP, se niega a retirar del Escudo de la Ciudad, a la que le fue concedida por Francisco Franco en 1940, por méritos de guerra.
Dice el señor alcalde vallisoletano que lo que va a intentar es que el Ministerio de Defensa modifique la concesión, y "se convierta en "un reconocimiento a la ciudad" por sus buenas relaciones con el Ejército.
El problema, señor León, es que la Cruz Laureada de San Fernando se concede única y exclusivamente por méritos de guerra, hasta el punto de que una buena parte lo son a título póstumo. Para arreglitos y componendas, que les den las que se autoconcedió Bono por la emplumada huída de Irak, y luego tuvo que devolver porque hasta a sus hijos les daba vergüenza.

Por cierto, que los cagurrines de Público hablan de cruz franquista, cuando un simple vistazo en Google demuestra que la condecoración se creó en 1811.

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