«Gobernar es tomar decisiones», afirmó -según El Mundo de hoy, página 5-
don Mariano Rajoy en un mitin electoral.
Interesante afirmación, que
acaso propondrá como norma para una hipotética próxima legislatura de gobierno,
habida cuenta de que en la que acaba no lo ha hecho. A lo más que ha llegado don
Mariano, es a permitir que los problemas se enquisten, se solapen, se pudran y
desaparezcan del primer plano por la urgencia de otros nuevos con los que ha
seguido el mismo sistema.
«El PP tiene ideas profundas, convicciones
firmes, y las va a defender, sobre todo en los momentos difíciles, como se ha
demostrado a lo largo de los últimos años», aseguró Rajoy.
Perfecto:
lo demostrado en los últimos años es lo que tiene que ofrecer el PP; sus ideas
profundas, sus convicciones firmes.
Es decir: las ideas y las
convicciones del PP son dejar el aborto prácticamente como lo puso Rodríguez;
volver la vista a otro lado con el separatismo catalán; soltar etarras a
mansalva; permitir que algunas autonomías nos chuleen a todos los que habitamos
en las que cumplen; esconder la jeta ante su propia corrupción y no incidir
demasiado en las ajenas; privatizar la administración pública tras demonizar a
los funcionarios y ampliar las designaciones a dedo... En fin, sumen ustedes lo
que gusten.
Esas son las convicciones del PP, y su idea -según muestra
cualquier hemeroteca- es mentir en su programa electoral y engañar a los
ciudadanos.
Ahora, vuelvan a votarles. Y vuelvan a quejarse
mañana.