Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 12 de marzo de 2013

SOBRE UNAS INTERESANTÍSIMAS DECLARACIONES.

Como ya avisé hace unos días, ando revisando escritos antiguos, y trayendo a este diario los que me llaman especialmente la atención. Lo que sigue, lo publiqué en mi bitácora hace casi cinco años (24/04/2008) y en su anterior emplazamiento. Y si tienen la bondad de leer, verán si no está de plena actualidad:

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Nos lo cuenta Público:

“La Monarquía borbónica es de naturaleza corrupta, felona, traidora y licenciosa en su comportamiento”

El acto en el que Barroso realizó las declaraciones se produjo el pasado 16 de abril en Los Barrios, organizado por el Ateneo Republicano del Campo de Gibraltar. Allí, según apareció al día siguiente en algunos periódicos provinciales, José Antonio Barroso manifestó: “El Borbón es hijo de un crápula. El Borbón de condición deleznable, el presente, no es menos deleznable de lo que su padre fue. Afectó al golpe de estado, despreciado por el tirano, al que reiteradamente le solicitó su incorporación al ejército faccioso.

El Borbón es hijo de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable. No menos licenciosa que la de su esposa. El rey señores, porque su procedencia lo es, es corrupto”.

Asimismo, afirmó: “En el año 1982, el rey solicitó a través de la Casa Real, una ayuda para abortar el proceso de expropiación de Rumasa. Solicitó seis millones de dólares de la época, de los que le fueron entregados tres para abortar el proceso. Si el Rey tiene huevos que lo niegue, porque yo sé quien le dio el dinero y cómo se lo dio. Y si los medios fueran capaces de reproducir esto, yo me someto a la exigencia jurídica del sistema para demostrarlo o no”.

Y también nos lo cuenta El País:

El alcalde de Puerto Real tilda al rey de “crápula” y “deleznable”

El pasado 14 de abril, durante el aniversario 77 de la II República, el regidor afirmó entre otras cosas que “el Borbón es hijo de un crápula. El Borbón de condición deleznable, el presente, no es menos deleznable de lo que su padre fue. Afecto al golpe de estado, despreciado por el tirano, al que reiteradamente le solicitó su incorporación al ejército faccioso. El Borbón es hijo de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable. No menos licenciosa que la de su esposa”.

(...)

En los festejos republicanos el edil señaló que “si los medios fueran capaces de reproducir esto, yo me someto a la exigencia jurídica del sistema para demostrarlo o no. El Rey señores, porque su procedencia lo es, es corrupto”. Y fue más allá para pedir “echar” a Don Juan Carlos, “al Borbón, aunque no lo colguemos con los intestinos de los obispos, lo tendremos que echar”.

Barroso también se quejó de que no se pueda “imputar” al Rey. Y puso un ejemplo. Si el Rey, dijo atropella a una joven y esta muere, el monarca “quedaría sin el obligado castigo como resultado, por ejemplo, de un hecho que tiene que ver posiblemente con su acostumbrada vinculación etílica”.

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Todo esto lo ha dicho el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, de IU.

Y por mi parte -y sin que sirva de precedente- no tengo ningún comentario que hacer.

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Eso decía entonces. Ahora, por supuesto, tampoco tengo ningún comentario que hacer.



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