Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 5 de diciembre de 2012

SOBRE LA PATALETA PREVARICADORA AUTONOMICA.

La que se han cogido, como niños chicos y malcriados -que en el fondo es lo que son- los cenutrios baskos, catalans y galegos. Que -evidentemente, y como siempre digo- no tienen nada que ver con vascos, catalanes y gallegos, sino que son un mundo aparte, la reencarnación del australopiteco en separatista.

La cosa del cabreo separatista viene por la llamada Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que propone el señor Ministro de Educación o asunto similar, don José Ignacio Wert, y que en definitiva consiste -véase La Gaceta- en garantizar la enseñanza en "castellano" -o sea, español- para quien la quiera; sustituir la EpC zapateril y espesa por Religión o 'Valores Sociales o Culturales', a elegir; establecer unos contenidos y horarios mínimos para las asignaturas fundamentales -Lengua, Matemáticas, Lengua Extranjera, Ciencias Sociales, Biología y Geología, Física y Química, Geografía e Historia...-; adelantar la elección de itinerarios a 3º de ESO; evaluaciones externas y no discriminación a los colegios que ofrezcan educación diferenciada.

En resumen: que si el señor Wert -o su jefe Rajoy- no se la envainan, que está por ver, puede que estemos asistiendo a la primera piedra de una enseñanza racional. Una enseñanza donde los estudiantes españoles puedan -posibilidad, no obligatoriedad, nótenlo los separatontos- estudiar en español, lejos de la imposición dictatorial de una lengua usada como arma de adoctrinamiento. Donde los estudiantes puedan elegir entre estudiar Religión o esos "valores sociales y culturales" que, en Europa, y si hablamos de valores sociales o culturales, han de ser forzosamente los cristianos, se pongan como se pongan los idiotas, los necios, los progres y los gilipollas.

Una enseñanza donde los estudiantes aprendan a sumar; aprendan que el Ebro nace en Cantabria -y no en tierras extrañas, como dicen los necios separatistas catalanes-; y que hay más mundo fuera del Manzanares -cosa que no tienen muy segura los niños en Madrid-; donde se enteren de que el Reino de Aragón señoreó el Mediterráneo con vocación imperial y universal, muy lejana del paletismo separatista y ombliguero; y que los almirantes vascos llevaron por el mundo las naos de Castilla. También, que en la América española hubo Virreyes catalanes, y tropas voluntarias procedentes de Cataluña, por ejemplo. O que los territorios italianos los defendió el gran Gonzalo Fernández de Córdoba para Fernando de Aragón.

Una enseñanza donde los estudiantes tengan que demostrar su aprovechamiento y la calidad de los docentes, porque un sistema donde nada importa sino aborregar por igual a todos no es tolerable, y por mucho que la pedagogía pijoprogre se ensañe con las criaturitas, haciéndolas irresponsables desde la niñez, la escuela tiene que preparar para el futuro en vez de ir cosechando, año tras año, peores resultados que el anterior.

Una enseñanza donde los padres puedan elegir -nuevamente la opción, no la obligación- si sus hijos estudian juntos niños y niñas, o separados. Que no se trata de mojigatería ni de discriminación; se trata de reconocer los hechos; y los hechos son que las niñas maduran antes que los niños, y que unas y otros tienen capacidades distintas para una misma edad, y que sólo al llegar a una cierta edad el desarrollo se iguala y la coeducación no representa un problema. La discriminación, en todo caso, es la de obligar a los niños -que generalmente maduran emocional e intelectualmente más tarde- a compartir aula con las niñas; y la de obligar a las niñas a ralentizar su aprendizaje por deferencia a los niños.

Bien; pues a todo esto, tan lógico, racional y congruente, los separatistas de Cataluña, Vascongadas y Galicia se oponen -véanlo en Publico- con la terquedad propia de su condición semoviente, amenazando los unos -gobierno autónomo de Cataluña- con no aplicar la Ley por ser un "ataque al catalán" y ser "un intento de cargarse la inmersión lingüística y la convivencia". Otros -el gobiernillo socialista en funciones de Vascongadas- rechaza la nueva Ley por que en su opinión tiene fuerte carga "ideológica" al sustituir la EpC zapateresca -¡ahí queda eso!-, y en materia lingüística. Y los de más allá -que realmente parecen ser del más allá, o sea, extraterrestres perdidos-; los separatistas gallegos, demuestran lo que son recurriendo al tópico de "la caverna del franquismo", y falseando lo que ha trascendido de la letra de la Ley, al decir que el Estado "dará más dinero a los centros privados y que incluso plantea sufragar los gastos de escolarización" en este tipo de colegios

Sobre el tema de pagar la escolarización de los alumnos que quieran aprender en la lengua oficial -que es el castellano, según ellos, y el español según yo-, ya dije alguna cosa hace un tiempo, y siguiendo este enlace lo pueden ver si gustan. Mantengo lo dicho, por supuesto, pero quiero matizarlo, puesto que la información actual indica que será la Comunidad Autónoma la que deberá pagar el colegio privado si no cumple su obligación de ofrecer enseñanza en las debidas condiciones. De ser así, nada que oponer, y que los señoritos aldeanos que insistan en su paletez, aflojen la mosca. No es mi ideal, pero menos da una piedra.

Por lo que se refiere a lo de la carga ideológica de la enseñanza en español, que dicen los hundidos sociatas vascuences, es lo típico de coger el rábano por las hojas, confundir la velocidad con el tocino o -por completar el símil, y ustedes dispensen- el culo con las témporas. Es, en todo caso, lo que hacen ellos, cuando usan el batúa como arma arrojadiza contra España.

Y por lo que hace a ese presunto retorno al franquismo -la individua separatista gallega dice caverna, pero ya sabemos que los tontos se acurrunchan al tópico y al estereotipo, a falta de ideas- ojalá fuese cierto. Entonces, tendríamos unas futuras generaciones a las que se les enseñaría, fundamentalmente, a pensar por sí mismos; a conocer los hechos y extraer consecuencias; a tener la formación suficiente para buscar los datos que no conocieran; a aplicar en la vida lo estudiado en la escuela. Ojalá fuera cierto, señora separatista gallega de apellido Pérez; así, usted misma sería una persona, en vez de un pelele.

Y, -vaya lo último, por ser lo principal- la amenaza de no cumplir esta futura Ley. Pues la cosa es bien fácil: el baranda autonómico que no cumpla las leyes, a los Tribunales por prevaricación; el gobiernillo autonómico que no cumpla las leyes, disuelto de acuerdo con el artículo 155 de la Constitución.

Y sanseacabó.

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