Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 21 de diciembre de 2018

SOBRE EL "PACTO DE PERDEDORES."

Por lo visto, en Andaluía existe -o al menos vegeta- una señora llamada Beatriz Rubiño, secretaria de políticas migratorias del PSOE en Andalucía. Esta señora afirma -véase 20 Minutos, pág. 9 de la edición en papel de Madrid- que PP, Cs y Vox "están realizando un un pacto de perdedores, un pacto de la vergüenza, un tripartito que parece que está conformado por los hijos de José María Aznar".

Ignoro a qué se dedican los hijos de José María Aznar. Ignoro qué opiniones tendrán los hijos del señor Aznar. Ignoro, incluso, si viven en España o en el extranjero. Cosas todas ellas que la señora Rubiño debe conocer, aunque también ignoro con qué propósito se ha ocupado en averiguarlo.

Ignoro igualmente qué información maneja doña Beatriz, porque el mismo periódico citado afirma que PP y Cs piensan dejar fuera de toda negociación al casi once por ciento de votantes andaluces que eligieron la opción de Vox, lo cual no deja de ser bastante antidemocrático.

Pero lo que no ignoro, es que hay que tener una cara bien dura, una cara de cemento armado, para afirmar que PP, Cs y Vox -si lo hacen- crearán un pacto de perdedores, proviniendo el comentario de un PSOE que gobierna basado en -por lo menos-, cinco partidos perdedores de elecciones, amén de todas las escurriduras de las urnas.

De pura piedra berroqueña, vamos.



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