Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 4 de mayo de 2018

SOBRE LA DERROTA DE ETA.

De la que periodistas, tertulianos y otros muchos tontos más se están haciendo lenguas. Y lo hacen afirmando que Eta ha sido derrotada por la Guardia Civil -en lo cual tienen toda la razón- y por la democracia.

Y en esto último, como de costumbre, meten la pata hasta el fondo. Porque ETA no solo no ha sido derrotada por la democracia, sino que ocurre todo lo contrario, y si es cierto que la Guardia Civil y la Policía han terminado con la carrera delictiva de los asesinos, ladrones, extorsionadores, secuestradores y etc., de ETA, también es cierto que la democracia ha sucumbido ante las pretensiones políticas etarras.

¿Es que no están en los parlamentitos autonómicos? ¿Es que no sustenta sus mismas tesis el PNV en el gobiernillo de Vascongadas? ¿Es que no mandan en Navarra? ¿Es que no están cobrando sueldos, dietas, subvenciones, de todos nosotros? ¿Es que se ha reducido el separatismo basko, aunque el esperpento catalanista lo haya relegado de las portadas? 

¿Es que ETA no tiene voz en los parlamentos, en los periódicos, en las televisiones? ¿Es que no se han ido de la manita con ellos los comunistas de Podemos, a los que está dispuesto a darles la mano el -como lo llama mi camarada Eloy- señorito Pepis del PSOE, Perico Sánchez? 

¿Es que no ha obtenido ETA beneficios de todos -entiéndase bien: todos- los gobiernos habidos desde 1976? ¿Es que no se oyen ya voces de generosidad, de perdón, de pelillos a la mar? 

ETA, al contrario de lo que dicen los periodistas, los sinvergüenzas y los tontos -condiciones no excluyentes- es la que ha vencido a este sistema memocrático, donde todo crimen tiene recompensa y todo hideputa asiento. 

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