Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 18 de junio de 2014

SOBRE LA PROCLAMACIÓN.

Como todos somos iguales ante la Ley, pero -ya lo sugirió Orwell- unos más iguales que otros, prefiero no hacer comentarios personales. Gracias a Dios, los documentos oficiales hablan mejor de lo que pudiera hacer yo, de manera que les ruego visiten la página a la que dirige este enlace, que corresponde al Ministerio de la Presidencia.

Los impacientes pueden ver este vídeo, que para el caso también vale.



Por mi parte, me quedo con este párrafo del primer discurso de Juan Carlos I:

Una figura excepcional entra en la Historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la Patria. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio.

Publicidad: