Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 14 de diciembre de 2010

LA SORPRENDENTE SORPRESA DE ALGUNOS SORPRENDIDOS (por Eloy R. Mirayo).

Ahora, en estos días que estamos viviendo en España, hay gente que va de sorpresa en sorpresa. Y están tan sorprendidos, no las personas sencillas que tendrían todo el derecho de sorprenderse, sino los que llevarían los cencerros que guiasen al rebaño, que apenas dan crédito a lo que descubren. Yo (perdón por el uso del yoismo) les oigo en las tertulias televisivas o radiofónicas y me parece que están hablando de lo que ocurre en otro país.
Qué digo país ¡En otro Mundo! El caso Faisán, el caso Couso, el dopaje en el atletismo nacional, la no presencia del presidente Rodríguez en momentos complicados. Si alguien se hubiera preocupado de hacer una encuesta entre la gente, los que nos levantamos cada día para ganarnos el pan con el fruto de nuestro trabajo, y hasta de los que no pueden ganárselo por estar en el paro, podrían comprobar que esas cosas, por sabidas, no nos sorprenden en absoluto.
Pero ¿es que es posible que alguien se sorprenda porque esté mezclado el ministerio del interior (al nivel que sea) en el caso Faisán? ¿Es posible que a estas alturas alguien se sorprenda porque se demuestre que el periodista grafico señor Couso fue asesinado por soldados norteamericanos? Hace falta ser memo, para sorprenderse -¡a estas alturas!- de que en el atletismo español y en otros deportes exista el doping. Johann Muehlenn, Esquiador; Igor Astarloa, Roberto Heras, Alejandro Valverde, Margarita Fullana, Ciclistas; Carlos Gurpegui, y José Guardiola, Futbolistas.
Y para no alargarme y terminar antes de caer dormido, pregunto: ¿aún no se han enterado las mentes privilegiadas del reino de que la falta de asistencia del presidente Rodríguez, en esos momentos en que se le ha echado de menos, obedece al “golpe” de gobierno que se ha dado dentro del PSOE? Sí, no es que el señor Rubalcaba sea la persona fuerte del Gobierno, es que él, con el nombramiento de vicepresidente primero, unido a ministro de Interior, tiene en la palma de su mano el movimiento de los demás ministerios.
¿El señor Rodríguez? ¡Está clarísimo! Como su perversidad, ha quedado únicamente, porque da mejor físico, para dar la cara, de cara, valga la redundancia, en los guateques que se montan en el Congreso de los Diputados, en el Senado y de cara al exterior, para lo que le darán a leer los guiones que otros le escriban. Así funciona esta democracia: por un lado, las personas honradas y de orden y por el otro lado, los chorizos, los periodistas, los políticos… y que se salve, quien lo merezca.
¡¡¡Arriba España!!! Aunque lo tiene muy difícil con esta gentecilla.
-
Eloy R. Mirayo.

SOBRE LOS ANIMALES IGUALES.

Y tenga usted en cuenta, señor fiscal, señor juez, que no lo digo yo; que son ellos los que dicen que son iguales que animales, y se agrupan bajo tan equitativo nombre -Igualdad Animal- para exigir que respetemos a los animales sin utilizarlos para la alimentación, vestimenta u otros ámbitos de nuestra vida, según cuenta Público que pedían en la Puerta del Sol el pasado día 11, acompañados de cadáveres de diversos animales recogidos en contenedores de granjas.
Espero, señor fiscal, señor juez, que tome nota de la sustracción de cadáveres de los depósitos higiénicos legalmente establecidos en las granjas, y del peligro sanitario que esto supone, amén de una posible patología necrófila.
Igualmente espero, señor fiscal, señor juez, que abra usted diligencias para ver si hay delito de discriminación en la actuación de estos iguanimales con respecto a las plantas, que también tienen la capacidad de sentir y tienen intereses propios que merecen el mismo respeto que acordamos entre humanos, que es su propuesta animalista, con manifiesto desprecio al reino vegetal.
Por último, señor fiscal, señor juez, no espero -no lo espero en absoluto- que averigüe si los iguanimales han cometido un delito de racismo al no preocuparse -discriminándolos, por tanto- de los seres humanos asesinados en peores condiciones de las que pueda sufrir cualquier animal.
Si, efectivamente, me refiero una vez más, a los niños abortados. Pero ya se, señor fiscal, señor juez, que asesinar niños en el vientre de su madre no es delito.
Echarle un muslito de pollo a la paella, por lo visto, sí lo será un día de estos.

¡Qué hijoputas!

Publicidad: