Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 9 de febrero de 2009

SOBRE UNA RECETITA SENCILLA

Que me ha llegado por correo electrónico y, la verdad, no tiene desperdicio:


Pollo a la Concejalía


Ingredientes:
- un pollo
- un despacho
- varios chorizos


Preparación:
- Se coge el pollo
- Se le coloca en un despacho
- Se le rodea de chorizos
- Se le deja a su antojo
- Y él solito se va haciendo rico, rico, rico.


Pues eso: hay mucho aficionado a esta cocina rápida.

SOBRE EL AEROPUERTO SUAREZ.

Lo cuenta así Diario Ya:
El PP presentará hoy en el Congreso una proposición no de ley para que el aeropuerto de Madrid-Barajas pase a llamarse Adolfo Suárez en “reconocimiento al primer presidente democrático tras la dictadura franquista”, según avanzó el secretario general del Grupo Popular en el Congreso, José Luis Ayllón.
Desconozco profundamente a ese tal José Luis Ayllón, cosa que probablemente le ocurra a mucha gente. Incluído su señor padre.
Desconozco con absoluta profundidad qué otros merecimientos -además del de ser el primer presidente democrático tras la dictadura franquista- se le suponen al señor Duque de Suárez. No obstante, me parece bien la imposición de nombre. Barajas se ha convertido en un aeropuerto simple fachada, sin nada util dentro; un mamotreto colapsado porque a los gestores les viene grande, demasiado grande. Una cosa enorme que sirve de poco; una cabeza de pamplonés zaldikomáldico sin que nadie lo baile por dentro. Todo lo cual refleja también a la perfección la época de Suárez.
Desconozco igual de profundamente la incultura que atesora el señor Ayllón, pero -en un simple deseo de darle la mínima formación que debería tener para el puesto que ocupa- debo recordarle que don Adolfo Suárez fue, sí, el primer presidente de esta mierdocracia; pero antes había sido Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento de Segovia; y había sido director de radiotelevisión española; y había sido Ministro Secretario General del Movimiento. Todo ello, evidentemente para quien no sea un necio -puede darse por aludido señor Ayllón- en el régimen de Franco.



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