Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

SOBRE LOS PRIVILEGIOS INACEPTABLES.

Los que don José Blanco -según El País- encuentra en las condiciones laborales de los controladores aéreos.
Por este charco es difícil pasar sin mojarse más de la cuenta y sin que le tomen a uno el número cambiado. Así es que diré, una vez más, que a mi me parece inaceptable que cualquiera -entiéndase bien, cualquiera- tome a otros como rehenes. Lo mismo controladores, que pilotos, que conductores de metro, que huelguistas incendiarios, que chulos de piquete.
Pero quede claro, igualmente, que me parece que este Gobiernillo ha tomado a los controladores de chivo expiatorio -debería investigarse si al señor Blanco le hizo alguna faena un controlador aéreo concreto, con nombre y apellidos, porque la fijación empieza a ser patológica-, y que tantas y tan buenas razones tendría para haber tomado idénticas medidas en otras ocaciones.
Por lo que respecta a los citados privilegios, creo sinceramente que don José Blanco podría haberse callado, porque los de su casta no es que tegan mucho derecho a tirar primeras piedras.
Véase como ejemplo los 3.000 euros al mes que cada diputado se ha puesto para taxis (Minuto Digital); los más de 13 millones de euros que gastará el Gobierno en 2011 para comidas y cenas en restaurantes (Minuto Digital); el sueldo y la jubilación que se ha blindado doña María Teresa Fernández de la Vega (La Gaceta); los aviones militares que usa el señor Rodríguez para los actos de su partido (La Gaceta); los 45.000 euros que la Junta de Andalucía ha gastado en remodelar la cocina de su Presidente (La Gaceta); los 58.379.118 de euros que cuesta el conjunto de parlamentarios autonómicos, y los 3.996 euros que cobra -como mínimo, y por 14 pagas-, cada diputado nacional (20 Minutos, 19.05.2010), y la pensión de jubilación máxima garantizada con sólo 7 años de "trabajo"; los catorce cargos públicos de la esposa de don José Montilla (Libertad Digital); los 80.000 euros anuales de doña Telma Ortíz (Minuto Digital); las tres pensiones de don Pedro Solbes (Minuto Digital); los mas de 1.200 cargos, carguetes y carguillos autonómicos con coche oficial y conductor (El Mundo); la piscinita de 120.000 euros para los mandos de la UME zapaterina (Minuto Digital)...
¿O estos privilegios, señor Blanco, si son aceptables?

SOBRE LOS CERTIFICADOS DE IDIOMAS.

Los que va a pedir el Gobierno italiano -Berlusconi en persona, según rebuzna Público, para conceder el permiso de residencia a los inmigrantes.
Ni que decir tiene que los rojos, los progres y los papanatas reniegan del fascista que exige conocer una lengua para poder obtener un documento que autoriza la residencia en el país.
Curiosamente, son los mismos que no dicen palabra -acaso por desconocimiento del idioma- cuando a un español se le exige, no para residir -hasta ahí podríamos llegar-, pero si para trabajar, que hable catalán, o vascuence -esto es, batúa-, o gallego, o valenciano, dentro de España.
Ni siquiera cuando se le insta -con lo que eso significa en Vascongadas hoy día- a que cambie sus apellidos a la grafía euskérica; esto es: a escribirlos con faltas de ortografía.

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