Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 26 de junio de 2014

SOBRE A QUIEN SATISFACEN LOS REYES.

No es por crear polémica, que ya saben ustedes que no me gusta... bueno, qué leche, si que me gusta; pero no se trata de decir nada que no esté ya dicho, sino de recoger las opiniones de quienes tienen motivo para opinar. Y, en todo caso, extraer conclusiones, que es algo que, aunque ya no se lleve, debemos a aquellos antiguos griegos que nos pusieron en camino de entender el mundo.
 
En fin, a lo que iba: que con motivo de las primeras recepciones de los Reyes parecen haberse producido ciertas diferencias de trato que -lo mismo no, pero quizá si- marcan la tónica del nuevo reinado.
 
Así, las víctimas del terrorismo -dice La Gaceta- no están demasiado contentas, dado que en la recepción real se excluyó a determinadas asociaciones -la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT), presidida por Miguel Folguera; y Voces Contra el Terrorismo (VCT), dirigida por Francisco José Alcaraz- que habían sido bastante críticas, dice el periódico, con las últimas medidas sobre terrorismo del Gobierno.
 
Por otro lado -véase El País- Los colectivos gais celebran que los Reyes los reciban por primera vez.
 
Ahora, que cada cual deduzca lo que estime oportuno.

Publicidad: