Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 28 de octubre de 2010

UNOS COMENTARIOS DE MI CAMARADA ELOY.

Mi camarada Eloy, para quien no lo sepa, es el único con quien conservo contacto de mis primeros años de militancia en la Fuerza Nueva de los últimos setenta. De otros muchos conservo memoria, y si anduvieran por ahí me gustaría volverlos a encontrar.
Pero Eloy y yo siempre trabajamos hombro con hombro -amén de en las tareas generales junto a todos los camaradas- en las periodísticas. Primero en Cruz de los Caídos, publicación de los Distritos de Ciudad Lineal y San Blas de FN; posteriormente, en algunas incursiones en El Alcázar de los primeros años 80 y, por fin, en la publicación EJE, de Juntas Españolas, en los últimos 80 y primeros 90. Quien guste tiene enlaces a todas ellas en la página de Ediciones anteriores.
Y hechas las presentaciones, aquí les dejo sus palabras:

***

Querido camarada Rafael:
Quiero, en primer lugar darte las gracias por haberme admitido en esa tu casa, como un ocupa consentido.
Quería haber entrado inmediatamente después de quedar descubierto por ti (no dirás que te lo puse difícil), pero no me fue posible por culpa del ordenador. Solucionado el entuerto, cuando intenté entrar para comentarte el asunto entre el alcalde de Valladolid y la nueva ministra de Sanidad (Dios vigile nuestra salud), señorita Pajín, pero comprobé que tu ya habías colgado un comentario más sabroso que el que yo hubiera sido capaz de hacer.
Por fin hoy, cuidado que me cuesta coger el hilo, quiero comentarte algo que me tiene verdaderamente sorprendido. Creo que es un hallazgo, que me atribuyo, pues no lo he oído comentar en ninguna de las tertulias de tele o radio, ni lo he podido leer en ningún periódico de tirada nacional o extranjera. El asunto es el siguiente: La división en dos grupos del conglomerado de izquierdas.
Ya se que hay una ensalada bastante numerosa de siglas pero yo, para simplificar, las reúno y las clasifico de la siguiente manera: La izquierda, al menos en España, se divide en dos grupos bien diferenciados: Los listos y los tontos. Los listos, no, los listillos, son los pepiños, los zapateros, los felipes, las leires, los méndez, toxos etc. Y los tontos son, los que pagan las cuotas de esos partidos, los que pagan las cuotas de esos sindicatos y los que se reivindican en su tontería: los que votan en los distintos comicios, sin tener en cuenta las consecuencias de anteriores votaciones. Durante seis años, nos han gobernado los listillos. ¿A donde nos conduce la reflexión que cabe hacer? ¿Cuál es el resultado de esta reflexión?: La tontería tiene mucho peso. Desgraciadamente, algunas veces, más que la ciencia.
Hablando de ciencia. Rafael, ¿sabes que la ministra de Ciencia e Innovación se ha inspirado en los inventos del “T.B.O” para poner en marcha todo el movimiento de su ministerio, en lo que es el futuro de la innovación futura de España, versión socialista?
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Un fuerte abrazo y ¡que coño! ¡ARRIBA ESPAÑA!
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Eloy R. Mirayo

SOBRE EL CALLEJERO.

El de Madrid, que contará en un futuro próximo con una avenida dedicada a Blas de Lezo.
Imagino que ello es posible porque en el ajuntamiento madrileño de Gay-ardón nadie sabe quien fue, y alguien se lo ha podido colar en la lista sin que sospechen que aquél medio hombre repartió estopa por medio mundo -a quien lo hubo menester- en el nombre de España. Precisamente él, vascongado de una pieza, como tantos otros ilustres marinos, capitanes, religiosos, pensadores y artistas.
La noticia me llega a través de España Heróica, blog cuya visita recomiendo y cuyo enlace tienen ustedes en la columna lateral.

SOBRE EL PARTIDO ANTISOCIAL.

Porque eso, un partido antisocial, es el PP para el señor RuGALcaba, según nos dice El Imparcial.
Luego se explica don Alfredo, pero el titular -y la frase textual- es ese: partido antisocial. Y la connotación que ese calificativo tiene en los gobiernos de tinte marxista es bien conocida, y su camino lleva, generalmente, al gulag.
O a una cuneta, a una tapia, a una zanja perdida -o construída ex profeso, como Paracuellos- o a un depósito, como don José Calvo Sotelo.
Menos mal que después llegará la Falange.

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