Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 10 de noviembre de 2010

SOBRE LOS SAHARAUIS.

Que -según cuenta la prensa, y tomo la noticia de El Mundo- están siendo poco menos que masacrados por Marruecos.
Según La Gaceta, el Gobierno español "no sabe muy bien" que ha ocurrido, y no se aclara; así es que tendremos que colaborar, como buenos ciudadanos, y contarle a la señora Ministra de Exteriores de qué va la cosa.
En 1975, Marruecos hizo aquél invento de la Marcha Verde, con el objeto de apropiarse del Sahara, dado que la ONU se había emperejilado en que había que "descolonizarlo".
La ONU, como de costumbre, no sabía de qué iba la historia, porque el Sáhara no era colonia, sino provincia española, con Procuradores en las Cortes y con nacionalidad plena para sus habitantes. Pero el Gobierno español del momento, con Franco agonizante, desobedeció las disposiciones del Jefe del Estado, y dejó el Sahara en manos de Hassan II, que conocía la cobardía de los políticos españoles de la época.
La decisión de Franco era muy otra: dejar pasar a la Marcha Verde la primera línea de defensa, por aquello del qué dirán, y si seguían camino y pasaban la segunda, repartir suerte con la fusila loca, y surtir a las huríes de moritos en la abundancia que fuese menester. Lo que hace en semejantes circunstancias cualquier país serio.
Ahora resulta que muchas voces se levantan pidiendo que España tome cartas en el asunto saharaui, y que el Gobierno dice que -El Mundo lo cuenta- "está haciendo lo que debe."
Y por esta vez estoy de acuerdo, aunque no por las razones -lo que no se puede hacer es tratar de afirmarse en el patriotismo atacando a los vecinos- que aduce el señor Barreda, baranda máximo de Castilla-La Mancha. Marruecos no es un vecino de fiar -en los jaleos fronterizos de hace poco tenemos la prueba-, de forma que mantenerse alerta contra el no es cuestión de afirmar patriotismos, sino una necesidad. Pero si es cierto que España no tiene ninguna obligación -ni legal ni moral- con los saharauis.
Ya veo levantarse las voces en contra de esta afirmación. Ya veo a los míos -el resto se me dan una higa- ponerme de vuelta y media, como chupa de dómine u hoja de perejil, por estas palabras.
Una de las ventajas de la edad es que uno puede tener memoria. Mi edad -no tan avanzada como para impedirme coger las armas para, por ejemplo, defender Ceuta y Melilla- me permite recordar aquellos años en que el Frente Polisario exigía que España se marchara del Sahara; y en que -una vez ocurrido eso- no dejaba pasar ocasión para apresar pesqueros españoles.
Lo que no entiendo es cómo los socialistas, que tanto se ufanaban de tener en sus mítines las banderas polisarias durante la Transición, no corren ahora en ayuda de sus hermanos saharauis; pero por mi parte, lo único que les debo es el recuerdo de una frase bíblica: el que a hierro mata, a hierro morirá.
O -bajando al refranero español- donde las dan las toman.

Libertad de culto en el Valle de los Caídos

INICIATIVA DE HAZTE OÍR:
El vicepresidente Rubalcaba ha expulsado a los monjes benedictinos y a los parroquianos del templo del Valle de los Caídos. Un paso más del Gobierno hacia el cierre definitivo de este complejo monumental y litúrgico, patrimonio de todos los españoles y no del Gobierno socialista.
Desde el pasado 3 de noviembre, monjes y parroquianos tienen que celebrar Misa a la intemperie, en un pinar a las afueras del recinto del Valle de Los Caídos, bajo el frío de la Sierra madrileña.
No por casualidad, el Papa Benedicto XVI acaba de advertir que ciertas actitudes en España le recuerdan el clima de persecución religiosa que se vivió en nuestro país durante los años 30 del siglo XX.
Yo acabo de firmar una petición al presidente del Gobierno exigiéndole que restablezca el derecho a asistir a Misa en el Valle de Los Caídos. ¿Puedes unirte a mí en el enlace de abajo?

http://www.hazteoir.org/firma/34094-firma-100-000-mensajes-monjes-valle-caidos-y-libertad-religiosa-en-espana


Sólo te costará 1 minuto.
¡Gracias!

SOBRE LA REALIZACION DE DOÑA LEIRE.

Que ha considerado oportuno replicar a las declaraciones del Papa Benedicto XVI -esas en las que pedía que “la mujer encuentre en el hogar y el trabajo su realización”- diciendo que “las mujeres, también muchas católicas, decidieron entrar y salir de casa libremente”.
Ignoro qué extraño complejo sufre doña Leire, para pensar que el hecho de que una mujer se realice en el hogar y en el trabajo suponga que no pueda entrar y salir de casa libremente. No veo por dónde viene la incompatibilidad, ni por donde llega la imposición, ni por donde asoma la desigualdad. ¿Acaso la señora Pajín es de esas hembristas cursitronantes que consideran el hogar como una maldición, buena para dejarla en manos de inmigrantes mientras ellas se realizan en un trabajo que las evada de semejante tortura?
Pues vea, doña Leire, lo que pienso que debería ocupar sus desvelos comop Ministra a la que le compete la Política Social y la Igualdad: debería ocuparse de que cualquier mujer que desee trabajar tenga un puesto de trabajo; debería ocuparse de que cualquier mujer que desee quedarse en casa cuidando de sus hijos, lo pueda hacer.
Debería ocuparse, en suma, de que una familia pueda vivir dignamente con un sueldo, en vez de obligar a que muchas mujeres -conozco casos- que desean quedarse al cuidado de sus hijos, no lo puedan hacer porque si ellas no trabajan la familia no puede salir adelante.
Eso, señora Pajín, sería política social. Que ninguna mujer se vea obligada por la necesidad a abandonar a sus hijos.

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