Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 13 de marzo de 2018

SOBRE EL JOLGORIO FEMIROJO.

O sea, el que tuvo lugar ekl pasado día 8 de marzo, con motivo de esa chorrada del día de la mujer trabajadora. Como si las mujeres no trabajaran todo el año -sobre todo las que lo hacen exclusivamente en su casa-, y como si no se hubiera ya establecido el 1º de mayo como día de los trabajadores.

Pero eso es harina de otro costal, y me temo que en esta sociedad nuestra, tan políticamente idiota, tan estúpida, tan versallescamente soplagaitas, nunca se entenderá, porque lo que está de moda es separar, dividir, enfrentar y, llegado el caso, amenazar y soplamoquear.

Y lo siento mucho, señor juez, señor fiscal, pero no es este facha el que lo dice. Ahí tienen ustedes la foto de una -o uno, o une- que avisa de sus intenciones. 

Si nos organizamos, los matamos a todos. Esta vez, en referencia exclusiva a lo masculino; nada de todos y todas, ni gaitas.

Y lo peor es que es cierto. Y que incluso sin organizarse nos pueden matar a todos.

De asco.

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