Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 22 de octubre de 2016

SOBRE MI CAMARADA LUIS.

Mi camarada Luis es el Ilustrísimo Señor don Luis Tapia Aguirrebengoa, Coronel de Infantería, legionario y -aunque parezca mentira, se hace necesario decirlo- español.

Español de esos que hoy no están -estamos, salvando las distancias- bien vistos. Español de los que nunca robaron, ni traficaron con influencias, ni antepusieron el cocido al honor. Español, por tanto, de los que casi nadie va a recordar en este aniversario de su muerte, salvo los que tuvimos el honor de conocerle, tratarle, tenerle como amigo, como maestro y como camarada.

Ya he dicho en otras ocasiones cuando podía decir del Coronel Tapia Aguirrebengoa, Jefe al que sus legionarios respetaban y querían, y sobre mi camarada Luis, que ponía siempre el tono justo en nuestros debates de la Junta Nacional de Juntas Españolas, y hablaba -escribía- desde las páginas de EJE a las que daba brillo y razón.

Así que sólo me queda decir, otro año, que los que -junto a tí- intentamos hacer una España mejor, seguimos aquí. Que esta España no es que sea peor que la que teníamos entonces, y mucho peor que la que queríamos, sino que ya ni es España ni es nada mas que una cochiquera de tribus y se sinvergüenzas; y que nosotros, sin necesidad de ser unos linces, ya vemos llegar el momento. 

Publicidad: