Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 17 de julio de 2014

SOBRE LO QUE NUNCA HUBIERA QUERIDO ESCRIBIR.

Porque uno ya va estando hecho a lo que venga, y a veces parece que ya nada nos va a asombrar, nada nos va a doler, nada nos va a dejar sin la palabra, herramienta y arma. Y luego resulta que sí; que uno no acaba nunca de hacerse a las orfandades, que la noticia que recibimos a través de un camarada nos supone un mazazo, que nos abandona esa mediana capacidad para expresarnos, y las palabras huyen y sólo nos viene la oración.

La noticia, escueta, me la ofrecía mi camarada 27 Puntos: Ayer falleció en Mahón, Menorca, Arturo Robsy. Falangista, poeta y extraordinario escritor. Ultimo jefe insular de la OJE en Menorca y ex-jefe provincial de la OJE en Lérida. Militante de FE de las JONS en los años ochenta. Descanse en paz y que Dios le dé el descanso eterno.

Y a mí se me ha ido el poeta, el escritor, el camarada; pero también el amigo, el hermano en España, el maestro, el ejemplo. Y a mí se me ha quedado el alma un poco más vacía, como siempre que se me ha ido alguno -¡tantos ya!- de los grandes: Rafael García Serrano, Ángel Palomino, Luis Tapia Aguirrebengoa... Y ahora, Arturo Robsy; mi camarada Arturo, tan citado siempre en este diario, y tan generoso siempre en sus comentarios y su magisterio.

Y no se qué mas decir, Arturo, sino que te has ganado a pulso ese Paraíso donde no se descansa nunca y que tiene, junto a las jambas de las puertas, ángeles con espadas. 

Arturo Robsy: ¡Presente!

SOBRE LA VUELTA AL PRINCIPIO.

Vuelta al principio que cada vez está más cerca.

Con las debidas diferencias, porque la Historia no se detiene aunque parezca repetir ciclos, díganme si no nos semejamos peligrosamente a los años de esa segunda republiquita que añoran los retrasados. 

¿No parece que estemos en ese Gobierno tonto y cobarde de la derecha cedista? ¿No parece que nos aproximemos aceleradamente a un Frente Popular revanchista -comenzado, no se olvide, por el PSOE zapateresco-, zafio, grosero y genocida? ¿No andamos en la persecución de los católicos, en el cierre -no las queman porque se quieren quedar los locales- de capillas e iglesias? ¿No hay un Carrillo metido en ello?

(Por cierto, en este enlace puede accederse a una campaña de firmas para evitar que el hijo del genocida cierre la Capilla de la Facultad de Geografía e Historia de la Complutense)

¿No hay un Pablo Iglesias -no Paulo, como el sociata de anteguerra, que comenzó la moda de cambiarse los nombres en un socialismo desmadrado y despadrado- que nos quiere llevar al paraíso chavista, evomoraliano, fideliano? ¿No nos vende ese mismo individuo los regímenes marxistas de esos países como un Eldorado a alcanzar?

Por otra parte, ¿no estamos ya en un régimen típicamente socialista -entiéndase al modo de Stalin; esto es, socialista soviético- donde la nomenklatura vive cojonudamente y el resto las pasa canutas? 

Pues si a ustedes les parece -como a mí- que en todo ello estamos, habremos de coincidir en que nos acercamos -o estamos ya metidos hasta el cuello- a donde ya estuvimos. Habremos, también, de convenir, en que idénticas causa han de producir las mismas consecuencias, y entonces ya sabremos cual es el futuro.

Escribía mi camarada Ismael Medina hace unos años (Vistazoalaprensa.com, 30 abril 2005): 

Sostienen algunos politólogos que un sistema político ahormado sobre un “anti” enfermizo respecto del que le precedió suele durar lo que éste. Pareció confirmarse con la duración de la Dictadura, también conocida objetivamente como “dictablanda”(1923-1929) y la II República (1931-1936). El Estado Nacional creado por Franco se gestó en 1936 y acabó con su muerte en 1975 con la proclamación de Juan Carlos I como rey constitucional, acogido a la aplicación de las Leyes Fundamentales, y en particular a la Ley de Sucesión. ¿Habremos de esperar hasta 2014 para que se desmorone el actual despapucho, o deberemos contar con su acortamiento por mor de la teoría vigente de la aceleración de la historia, aliada con la marcha desbocada hacia el precipicio en que se han embarcado los enanos actuales? Una incógnita que habrán de despejar los potreados españoles que, todavía alienados por una pugnaz y desalmada propaganda, creen vivir una Jauja democrática cuando es lo cierto que viven en Babia. 

Bien: lo cierto es que estamos en 2014, y que el régimen juancarlista y antifranquista que nació entre 1975 y 1978 ha caído. Ya dije al principio que la Historia no se detiene, y por lo tanto no se repite punto por punto, sino que se asemeja en ciclos y rasgos. Por lo tanto, a mi anterior aseveración de que el régimen juancarlista ha caído no le quita validez el que haya sido por abdicación, cuando el hecho relevante es que el protagonista que concitaba apoyos personales ya no está al frente del Estado.

¿Estaremos, pues, en la reiteración de la dictablanda que puso fin a la monarquía en 1931? Puede que tarde más, pero los rasgos distintivos así parecen insinuarlo, y probablemente a no tardar mucho tengamos una repetición de la Segunda República, ya que la aspiración de la izquierda -empujada por ultraizquierdistas y antisistema- no es una tercera República, sino el regreso de la Segunda.

Y estaremos, por tanto, volviendo al principio: al 18 de julio.

No es momento para loas ni para efusiones, porque para llegar al advenimiento de ese santo día del hasta aquí hemos llegado hará falta mucho sufrimiento. Pero bueno es abrir un portillo a la esperanza, y este es mi homenaje a los que, hace 78 años, le pusieron la necesaria vela a Sanseacabó.

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