Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 6 de julio de 2010

SOBRE LAS MULTAS A LA NORMALIDAD.

Se regocija Público -porque es lo que tienen estos mindundis acomplejados y envidiosos, que se refocilan en los problemas ajenos-, porque, dice en titular, a Intereconomía le sale caro el "los homosexuales no son normales"; y subtitula: Industria multa con 100.000 euros a la cadena conservadora por emitir una 'promo' con frases homofóbicas
El hecho es que Intereconomía emitió un video promocional contraponiendo el día del orgullo gay con los 364 días de orgullo de la gente normal y corriente. Y algún monflorita cuya distensión de esfinter llega a las neuronas, se ha debido sentir aludido y ha denunciado el video por homófobo.
Como es normal, el Ministerio de Industria se pasa la Ley por el forro del BOE, la lógica por los zerolismos, y la semántica por donde no digan dueñas, y sanciona a Intereconomía con 100.000 eurillos de multa. Y la desaparición del video de marras de Youtube, aunque no de otros sitios de donde lo he rescatado para que ustedes comprueben si gustan.





Y uno, que respeta la Ley, no porque sea buena o mala, sino porque si una ley es mala lo que hay que hacer es cambiarla, pero no incumplirla o malearla; que respeta la lógica, siquiera sea en homenaje de aquél profesor que puso tanto empeño en hacérmela entender que aún me dura; y la semántica, porque la palabra es un don de Dios que nos acerca a nuestros semejantes, aunque en ocasiones sea para mandarlos a tomar por el camino recto, que también es una obra de misericordia, va a intentar despejar la resaca de los multones y de los peripatéticos.
En primer lugar, vayamos con la lógica: el anuncio en cuestión no habla de homosexuales, sino del "día del orgullo gay" que, como su propio nombre indica, es un día. Y es evidente que el resto del año -los 364 días aludidos- la gente -incluidos los homosexuales- son normales y corrientes. ¿O es que los homosexuales van disfrazados de mamarracho, lorzas al viento y plumas y abalorios por toneladas durante todo el año? ¿Es que andan por las calles, el metro o los autobuses prácticamente en cueros todos los días? ¿Es que todos los días se monta el circo de la orgullería zarrapastrosa, que muchos homosexuales condenan por contraproducente?
Parece ser que no. Es decir: que todos -homosexuales incluidos- somos normales y corrientes 364 días al año. Salvo aquellos que de su condición o preferencia sexual hacen modo de vida, profesión y banderín -véase concejales florero de la mariposonería, que de ella se benefician en sus mítines y actos, personajillos televisivos que han lucrado fama en función de sus mariconadas en pantalla, y gentecillas similares-, en cuyo caso la crítica no es personal ni sexual, sino profesional.
Vamos ahora con la semántica: NORMAL es -según la Real Academia Española de la Lengua- lo que se halla en su estado natural, o lo que sirve de norma o regla.
Aquí vale todo lo expuesto en el apartado anterior, porque el estado natural para los homosexuales, o lo que constituye la norma, no es el circo (9ª acepción) del día del mamarracheo gay. Pero iremos más allá, porque tampoco es natural ni puede servir de regla la homosexualidad. Por la más sencilla de las razones: porque si ser homosexual fuera lo normal, hace muchísimos siglos que la especie humana habría desaparecido. Y en esto, las reclamaciones a la madre naturaleza. O al maestro armero.
Y para finalizar, la Ley. En la noticia de Público se dice: El Ministerio de Industria ha considerado que el citado vídeo promocional atenta contra el artículo de la citada ley que establece que la publicidad televisiva no puede atentar contra el debido respeto a la dignidad de las personas o a sus convicciones religiosas y políticas ni discriminarlas por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad y opinión.
No veo que decir que todos somos gente normal y corriente 364 días al año, contraponiéndolo a un día en que los homosexuales se salen de madre, carnavalean con exclusivismo, trincan pasta municipal y espesa, pueda constituir delito, ni falta, ni insulto. Al contrario, si veo que la actitud de los homosexuales exhibicionistas es ofensiva para mis convicciones religiosas cuando se disfrazan de curas o monjas, aunque bien se guardan de hacerlo de talibán; es ofensiva para mis convicciones políticas cuando exigen -y logran- trato de favor por su condición sexual. Y me siento discriminado por haber nacido normal -lo que dice la RAE, esto es, con padre y madre-; por haber nacido blanco -ni mejor ni peor que otros, pero blanco-; por ser hombre y con el natural -volvamos a la RAE- gusto por las mujeres; por ser católico, por lo antedicho sobre los disfraces mamarrachescos y por pensar que -a falta de inventos hermafroditas- la única forma de procrear es entre mujer y hombre; por mi nacionalidad, española gracias a Dios y a mis padres, abuelos y tatarabuelos -así, hasta 1346-, y no hermano internacional en la sodomía; y por mi opinión de que un homosexual es un señor que en su vida privada hace lo que le viene en gana, y a mi no me incumbe; pero cuando ese señor se exhibe en paños menores, se disfraza ofensivamente, se pavonea de ser mejor que yo, y de todo ello quiere obtener beneficio, exigiéndolo con la amenaza de la denuncia por homofobia, entonces, ese señor homosexual al que respeto, se convierte en un maricón de mierda que me ofende y pisotea mi derecho.

SOBRE LA EXCLUSION CATALANISTA.

La de El Port de la Selva, pueblo de Gerona, que -titula Público- cree que es hora de cuestionar la soberanía española sobre Catalunya, por lo cual su ayuntamiento -en minusculas, de yunta, como corresponde al ganado bovino- ha aprobado una resolución que declara el municipio moralmente excluido del ámbito de la Constitución española.
Supongo que, en justa respuesta, los paletos morales -esto es, los que tienen como costumbre el aldeanismo- de El Port de la Selva serán privados de los derechos que la Constitución reconoce a los ciudadanos españoles, que ellos se niegan a ser:
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- El de participar en los asuntos públicos, artículo 23 de la Constitución.
- El de las prestaciones sociales y el desempleo, artículo 41.
- El de las pensiones de jubilación y las prestaciones a la tercera edad, artículo 50.
- El ejercicio de la acción popular y la participación en la Adinistración de Justicia, artículo 125.
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Además de esta patochada, unos patanes de ERC -que no tienen otro fin en su paupérrima vida que hacer de payaso sin serlo-, se entretuvieron -dice La Gaceta- en introducir una bandera española en una pequeña caja mortuoria, que posteriormente han cubierto con palas de tierra, simbolizando que Cataluña no tiene encaje posible en este Estado, según el portavoz de JERC en Lleida, Gabriel Ramon.
En esto, lo que son las cosas, el jovencito separatista tiene razón: Ni Cataluña ni ningúna otra región tiene encaje posible en este Estado desencajado, motivo por el cual urge que se aplique inmediatamente el artículo 155 de la Constitución, mandando las autonomías al carajo, y a los separatistas a donde gusten irse, si no se quieren quedar.
Otra cosa peor aún ha dicho este señor Ramon, y es que España ahora está agonizando. Peor, por cuanto acierta de pleno y ya no somos los fachas, ultras y todo eso los que lo decimos, sino los propios enemigos los que lo ven claro.

SOBRE LA DISOLUCION.

La del grupo Blood&Honour, dictada ayer por la Audiencia Provincial, además de condenar a diversas penas de prisión, por asociación ilícita a sus integrantes. La sentencia se basa -dice ADN, edición papel de Madrid, pág. 3- en que la actividad del grupo estaba dedicada a glorificar a los verdugos y justificar sus hechos.
Espero que, con esta sentencia en la mano, el fiscal correspondiente empapele como corresponde a los que glorifican a los etarras y los justifican -politicuchos varios, concejalitos y alcaldetes proetarras, batasunos y aeneuveros, nacionalistas arzalluescos, kuras racistas...- y disuelvan a todo el mundillo de apoyo a ETA, incluido, faltaría más, el PNV.

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