Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 15 de julio de 2012

SOBRE LOS MÁS Y LOS MENOS CULPABLES.

Ya lo dijo George Orwell -Rebelión en la granja-, que todos somos iguales, pero unos más iguales que otros.

Ahora, doña Rita Barberá -véase Público- afirma que "todos tenemos que hacer sacrificios, pero no todos tenemos la misma culpa", a propósito de que su Mariano quiera dejar sin empleo a los muchos concejales que -si se llega a aplicar la reforma, cosa que está por ver- perderán el chollo.

Quiere doña Rita hacerse eco "del malestar que cunde entre los alcaldes del país, en general, y del PP, en particular", y asegura que sólo el 3,5% de la deuda pública corresponde a los Ayuntamientos: 28.000 milloncejos de nada.

Puestos así, doña Rita, es evidente que si ustedes, los Alcaldes y Concejales, tienen menos culpa que otros, los que no tienen ninguna culpa son los funcionarios que de ustedes dependen. Porque los funcionarios no son los que se han gastado por su gusto esos 28.000 millones de más; lo único que han hecho, es tramitar los expedientes de gasto que a los políticos les ha parecido bien.

Sin embargo, su Gobierno -el de su PP, doña Rita- que deja la reducción de concejales a dos años vista, roba desde ya una paga a los funcionarios. Paga que don Mariano ha prometido pagar dentro de tres años, pero sólo -léase El País- si él, don Mariano, es capaz de meter en cintura el despiporre de los cuartos. Mientras tanto, todos haciendo sacrificios, pero los que tienen menos culpa, a tocarse el bolsillo ya.

Y entonces va uno y lee -Alerta Digital- que "el hijo de Esperanza Aguirre, conde de Villariezo, contratado a dedo en el Ministerio de Economía", y llega a una conclusión: que son ustedes unos canallas, y que si los españoles tuviéramos vergüenza acabarían ustedes en la guillotina, dicho sea al hilo de la conmemoración de ayer.

Afortunadamente, señor fiscal, la idea de la guillotina no es mía, sino de los muy demócratas y tolerantes diplodocus de IU, y ahí tiene el dibujito para que se ahorre el ridículo de empapelarme a mí, cuando antes no lo hizo con ellos.

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