Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 20 de mayo de 2018

SOBRE LA DIMISIÓN DE DON PABLO Y DOÑA IRENA.

Dimisión que ellos mismos han planteado a sus bases, con la evidente pretensión de salir absueltos.

Desde mi punto de vista, cada cual puede comprarse lo que le venga en gana, siempre y cuando lo pague. Otra cosa es si -como se dice- la hipoteca que le han facilitado a don Pablo y doña Irena lo ha sido en unas condiciones nada habituales y muy favorables.

Desde mi punto de vista, don Pablo y doña Irena no tienen por qué dimitir por haberse comprado una casa. Pero no sólo tendrían que dimitir, sino desaparecer de la vida pública, por haber hecho lo mismo que han criticado en otros. Por haber caído en la actitud que -en su opinión- suponía motivo de descalificación si lo hacía otro. 

Cuando se ha usado como arma política contra el enemigo -porque para los comunistas no hay adversarios, sino enemigos- el hecho de vivir en un chalet o de comprar un ático, o de no usar el transporte público, la mínima coherencia obliga a desaparecer de la palestra.

Algo que, por supuesto, no harán, porque cuando los comunistas hacen estas cosas están bien, y sus bases tienen que aplaudirlo, y solazarse con la idílica vida del sufrido proletario jefe, tan necesitado de sosiego para su ardua tarea de desenmascarar capitalistas.

Y -lo repito- si don Pablo no hubiera criticado a los demás por sus compras o su lugar de residencia, nada malo tendría que adquiriese un chalecito. Lo malo es la besuguez de hacerlo tras ponerlo como ejemplo de lo que él y sus huestes tenían que despreciar y combatir.


viernes, 18 de mayo de 2018

SOBRE EL PISITO.


El de don Pablo Iglesias y doña Irena -portavoza- Montera, que está dando tanto de que hablar entre los tertulianos, políticos y gentes sin graduación.

El pisito no es tal, sino un chalet que -dicen- les ha costado la calderilla de 600.000 euretes. Vamos, lo que cualquiera lleva en el bolsillo a diario. Y la gente, los políticos -evidentemente los contrarios- y los tertulianos les afean ese dispendio por ser de izquierdas.

Pero, señores, no sean ustedes tan cerrados de mente. Don Pablo y doña Irena se han ganado sus sueldos, y tendrán sus ahorrillos, como cualquiera. ¿O no?. 

El problema viene, como le suele ocurrir a los besugos -vaya, y a cualquier otro pez-, por la boca. Porque don Pablo dijo en su día que para saber lo que le pasa a la gente hay que vivir en Vallecas, no en un ático de lujo. Pero es que las cosas se ven distintas cuando las hace el de enfrente ¿verdad?

Además, señores quejicosos: ¿es que ustedes todavía no saben que lo primero que hacen los comunistas es quedarse con los chalecitos, los palacios -de Invierno, o de verano, o de entretiempo- e incluso los coches de los demás? ¿Es que no saben todavía que la aspiración máxima del buen comunista es la dacha?

¿Entonces, de qué protestan, de qué se asombran? Don Pablo y doña Irena no han hecho mas que lo que les caracteriza, aquello a lo que les obliga su religión; con la salvedad de que, en su caso, no se han apropiado del chalet, sino que han conseguido que algún banco les conceda una sustanciosa hipoteca -o un sustancioso hipoteco- en términos amistosos. En términos de -según decía ayer no se cual de sus siervos podemitas- 500 eurillos al mes, que luego la prensa ha subido hasta 1.600.

Lo mismo que cualquier trabajador de Vallecas ¿no, don Pablo?

miércoles, 16 de mayo de 2018

SOBRE JOAQUIN TUESTA.


Que es la interpretación del nombre del monigote de Puigdemont que nos ofreció el jienense rebotado Rufián, en una supuesta indicación a la Guardia Civil. 

O sea, que -jienenses rebotados aparte- me refiero a don Quim Torra, con cuyos artículos anda el personal un pelín molesto.

El que suscribe no; el que suscribe comprende perfectamente que en todas partes hay de todo. Así, entre los españoles hay gente lista y gente tonta; hay gente honrada y hay ladrones; hay gente con amplitud de miras y hay gente cerrada de mente; hay gente pacífica y gente buscapleitos; hay gente de mundo y hay gente de aldehuela; hay gente seria y gente ridícula; hay gente de lira y hay gente de gaita. Por resumir: hay gente como cualquiera de los que hacen la merced de leer estas palabras -salvo que hayan llegado por error y pertenezcan al otro grupo- y hay gente como don Quim Torra.

Porque esto es, ni más ni menos, lo que ocurre. Que don Quim Torra hace -en esos artículos que al personal le andan quemando- el perfecto retrato de esa minoría de españoles que son obtusos, romos, paletos, catetos, aldeanos, de miras tan limitadas como el valle donde pacen, borricos que jamás podrán ser águila y por eso la desdeñan; de esos españoles que se refocilan en la mugre, que reniegan de lo que les hace universales, que tienen las ideas tan cortas como largos los tópicos, que se revuelcan en la zahúrda del estereotipo y huyen de la clara luminosidad de la verdad. Don Quim Torra hace, en esos artículos, el perfecto retrato de sí mismo y de cuantos españoles como él han desandado el camino de la Historia para volverse a la caverna. 

"Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua."

Esto es lo que escribía don Quim Torra. ¿Hay mejor definición, mejor retrato, del paleto independentista, del separatista llorón, ombliguista, cerril y reconcentrado en su parcelita sin horizontes, incapaz de elevarse a lo universal desde su madriguera de hiena, o de zorra que desprecia las uvas que no alcanza? ¿Hay mejor retrato de toda esa mugrienta hez de guarros, okupas, perroflautas y matones de patio de colegio que amenazan a quienes usan la segunda lengua mas extendida del mundo? ¿Hay algo más mohoso, más cerrado, más pequeño, que esos pobres catetos perturbados por el odio hacia lo grande, hacia lo que su pequeñez les impide comprender?

Lamentablemente, señor Torra, hay españoles así; como usted. Aunque acaso sólo quede compadecerle, pensando en qué situaciones habrá usted vivido; qué traumas habrá usted cosechado, obligado a ver y conocer en su aldea, en su cueva, a gentes nauseabundas de dentadura postiza con moho. Estas son cosas que a ninguna persona con la imprescindible higiene física y mental se le hubiera ocurrido; estas cosas hay que verlas, porque de lo contrario son inimaginables. 

Con esos antecedentes, señor Torra, ni siquiera parece usted un mamarracho, ni siquiera un pelele, ni siquiera un ser empequeñecido por su soberbia de enano mental. Ni siquiera parece usted un ser disminuído por el victimismo, cercado por el odio hacia el mundo, con el rostro hinchado de llorar por una pataleta de niño malcriado. Con estos antecedentes, señor Torra, usted parece -lisa y llanamente- un gilipollas.

Y, por supuesto, señor Torra, si usted considera mis palabras inconvenientes, sepa que son fruto de la intensidad.



viernes, 4 de mayo de 2018

SOBRE LA DERROTA DE ETA.

De la que periodistas, tertulianos y otros muchos tontos más se están haciendo lenguas. Y lo hacen afirmando que Eta ha sido derrotada por la Guardia Civil -en lo cual tienen toda la razón- y por la democracia.

Y en esto último, como de costumbre, meten la pata hasta el fondo. Porque ETA no solo no ha sido derrotada por la democracia, sino que ocurre todo lo contrario, y si es cierto que la Guardia Civil y la Policía han terminado con la carrera delictiva de los asesinos, ladrones, extorsionadores, secuestradores y etc., de ETA, también es cierto que la democracia ha sucumbido ante las pretensiones políticas etarras.

¿Es que no están en los parlamentitos autonómicos? ¿Es que no sustenta sus mismas tesis el PNV en el gobiernillo de Vascongadas? ¿Es que no mandan en Navarra? ¿Es que no están cobrando sueldos, dietas, subvenciones, de todos nosotros? ¿Es que se ha reducido el separatismo basko, aunque el esperpento catalanista lo haya relegado de las portadas? 

¿Es que ETA no tiene voz en los parlamentos, en los periódicos, en las televisiones? ¿Es que no se han ido de la manita con ellos los comunistas de Podemos, a los que está dispuesto a darles la mano el -como lo llama mi camarada Eloy- señorito Pepis del PSOE, Perico Sánchez? 

¿Es que no ha obtenido ETA beneficios de todos -entiéndase bien: todos- los gobiernos habidos desde 1976? ¿Es que no se oyen ya voces de generosidad, de perdón, de pelillos a la mar? 

ETA, al contrario de lo que dicen los periodistas, los sinvergüenzas y los tontos -condiciones no excluyentes- es la que ha vencido a este sistema memocrático, donde todo crimen tiene recompensa y todo hideputa asiento. 

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