Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 28 de noviembre de 2008

SOBRE EL FERROL.

Cuyo pleno municipal "decidió ayer la retirada de los títulos honoríficos de Alcalde Honorario, Hijo Predilecto y Medalla de Oro que poseía el dictador."
 
Esto dice, textualmente, el panfletillo 20 Minutos, en la página 9 de la edición en papel de Madrid. Lamento no pner el enlace, pero la timofónica me mantiene incomunicado con fervor digno de mejor causa.
 
El "dictador" es, evidentemente Franco. ¿Acaso hubo alguna vez otro dictador?
 
Y me parece bien. Si; me parece muy bien que los socialistas, comunistas y separatistas hagan este acto de justicia, con el cuidadoso lavatorio de manos de populistas e independientes.
 
Porque este Ferrol -el de hoy- no se merece un Alcalde Honorario como Franco, ni tiene derecho a presumir de que en su término municipal naciera Franco, ni a revalorizar sus sucias medallas inscribiendo el nombre de Franco entre sus poseedores.

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