Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 4 de diciembre de 2011

SOBRE LA PATRONA.

Y una vez más debo aclarar que no me he equivocado de fecha. Porque la Patrona que hoy quiero -en la modestia de este diario- homenajear, es Santa Bárbara, en cuyo honor suena el Himno de Artillería.

Necio sería querer reivindicar para España el descubrimiento de la Infantería, porque lo de pelear a pie es tan antiguo como el ser humano, bien que el gran Gonzalo se inventase la Infantería moderna. Absurdo sería pretender la paternidad hispana de la Caballería, que tiene muchísimos siglos a la espalda.

Es, sin embargo, totalmente legítimo afirmar que la Artillería, como Arma, nació -al menos para Occidente- en España, cuando la empleó el que sería Alfonso X, aún sólo heredero del Santo Fernando, en la conquista de la ciudad murciana de Niebla.

De otra forma lo vió mi camarada JF, como se puede apreciar en la viñeta:

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