Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 26 de octubre de 2010

SOBRE ESTRATEGIAS DE MANIPULACION.

Me llega por correo electrónico un "pps" -que desde este enlace puede descargar quien lo desee- que define unas estrategias de manipulación denunciadas por Noam Chomsky, un lingüista con el que aún tengo pesadillas desde primero de carrera, pero que -independientemente de aquello- me parece bastante interesante. Lean, si gustan, y a continuación díganme si les suena de algo.

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El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de la Manipulación” a través de los medios.
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1.-La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones sin importancia.
La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar. (Cita del texto "Armas silenciosas para guerras tranquilas").
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2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado:
“problema--> reacción--> solución”.
Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.
O también: crear una crisis conómica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
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3. La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990.
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad laboral, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes. Nos suena, ¿verdad?, tantos cambios hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicados de una sola vez y no de forma gradual como se ha hecho.
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4. La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.
- Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente.
- Segundo, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá a mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.
Esto da más tiempo al ciudadano para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
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5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil. ¿Por qué? -“Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción más infantil y desprovista del sentido crítico de un adulto.
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6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente neutralizar el sentido critico de los individuos.
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7. Mantener al pueblo en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.
“La calidad de la Educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia entre éstas y la Clases altas permanezca inalterable en el tiempo y sea imposible de alcanzar una auténtica igualdad de oportunidades para todos.”
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8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser vulgar e inculto, mal hablado, admirador de gentes sin talento alguno, a despreciar lo intelectual, exagerar el valor del culto al cuerpo y el desprecio por el espíritu...
9. Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que solamente él es culpable de su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos.
Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico y social, el individuo se autoevalúa, se autoinculpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.
Y sin acción, no habrá reacción ni revolución.
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10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y los conocimientos poseídos y utilizados por las elites dominantes.
Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente.
El “sistema” ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
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Noam Chomsky (Lingüista) - Visiones Alternativas
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Texto adaptado por: J.C.G.

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