Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 10 de noviembre de 2009

SOBRE SER COMUNISTA HOY.

Que ese es el titular de una entrevisa -a un veterano del PCE y una joven afiliada- que publicaba ayer El País.
El, Willy Meyer (madrileño -aunque de nombre más que sospechoso-, 57 años, 40 de militancia, y eurodiputado); ella, Esther López Barceló (alicantina, arqueóloga -lo cual tiene su importancia, según se verá-, afiliada al partido hace seis años, cuando tenía 20 -lo que suma, salvo error de Pitágoras y otros torturadores, 26 añitos-). Doña Esther figuró en la candidatura a las europeas de 2008, lo que demuestra lo escasitos que andan los comunistas de personal, y tiene un contrato temporal como técnica del área de Juventud en IU -ojo, el contrato temporal lo hace el Estado, no IU, proclama-.
Para empezar, lo que uno, obviamente ignorante -por lo menos más ignorante que doña Esher a estos efectos- no sabía es que el Estado contratara personal para los partidos políticos. Ya me dirán dónde se apunta uno, porque me gustaría, por ejemplo, guiar unas visitas de jóvenes peperos o sociatas -incluso comunistas, acompañando a doña Esther- al Alcázar de Toledo, a El Escorial, al Valle de los Caídos, a Paracuellos del Jarama; incluso a La Granja de San Ildefonso, donde tantos comunistas perdían la popa por ser invitados de Franco.
Pero no es éste el tema. El tema es la entevista -cuyo conocimiento debo a mi amigo el Doctor Brodsky- cuya lectura les recomiendo porque no tiene desperdicio. Y lo adviero para que vean por qué esta entrada va a ser larga.
Empieza don Willy recordando que hoy -por el día 7 de noviembre en que le hacen la entrevista- celebramos la toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques. Vamos, que la conmemoración de hechos ocurridos hace 92 años es algo de absoluta actualidad, pero los que recordamos la época de Franco somos unos nostálgicos. Eso es lo que se llama ser consecuente, a cuyos efectos añade: Nosotros nos formamos en la lucha por la libertad; afortunadamente ellos, los jóvenes, no saben qué es eso: sufrir cárcel, exilio... (Ojo a esto, que ya se verá lo importante que resulta).
Y doña Esther replica: Ahora las libertades formales las tenemos, lo difícil es hacer llegar a la clase trabajadora, en esta situación de capitalismo salvaje, que las libertades formales son sólo eso: formales. Es mucho más difícil hacerle ver eso a la gente en un marco de democracia burguesa. La libertad formal no es lo mismo que la libertad de verdad.
Lo cual nos podría llevar a pensar que doña Esther -cuando madure intelectualmente y alcance el uso de razón-, podría ser aún recuperable y hasta capaz de entender el Nacionalsindicalismo. Pero no; ya se verá que no. Entre otras cosas, cuando comenta que ¡La URSS se dejó más muertos que nadie en la Segunda Guerra Mundial! Fue la que liberó los campos de concentración de Alemania, y luego en las películas nos cuentan que fue EE UU el que venció al nazismo...
Evidentemente, doña Esther ignora -o le importa tres pitos, que ambas cosas son posibles y comunes en los de su especie- que a los pobres soldaditos rusos -porque el padrecito Stalin les llamaban rusos, no soviéticos, y hablaba de la madrecita Rusia, no de la URSS- los mandaban de tres en tres para cada fusil, a efectos de que cuando mataran a uno, el segundo cogiera el arma, y etcétera con el siguiente. Además, los mandaban en manadas, sin el menor atisbo de estrategia ni de preocupación por las bajas, según testimonio de los que les hicieron frente. Como Orisón contra los cartagineses, pero este lo hizo con toros, no con personas aunque fueran comunistas.
Con respecto a la caída del muro de Berlín, comenta doña Esther que -a pesar de tener seis años- recuerda que la gente pensaba ¿Y ahora qué nos espera? Se había acabado con el bloque, con la única fuerza que quedaba para reconducir ese país hacia un socialismo. Y añade: Y el muro en sí... pues no fue producto del comunismo solamente, fue producto de una lucha de bloques.
Lo cual explica la idiocia de doña Esther, que en con esta apreciación de tal precocidad debió consumir toda su inteligencia, y ahora se ha quedado en los tópicos mitineros, y a quien su compañero, don Willy, corrige, no sea que se les descubra la democracia que se gastan: Yo sí me alegré de que el muro cayera. Primero porque la sociedad de la RDA así lo había entendido. Lo que ya no recuerda es si el PCE también se alegró, o puso cara de Carrillo. Pero -explica- lo que no compartimos es el cinismo de quienes celebran la caída de ese muro y aplauden el de Palestina o el de México. Olvidando el detalle de que el muro de Berlín era para impedir que las gentes salieran del paraiso socialista -y aún se jugaban la vida para escapar-, y los de Palestina y Méjico -o mejor dicho, de Israel y EE.UU.- son para evitar que les entren de fuera. Vamos, el objeto que siempre han tenido los muros.
Y ahora entramos en lo interesante, porque hasta el momento sólo llevamos topicazos mitinescos y complejos paleolíticos, muy en función de los estudios de doña Esther, que es -ya se dijo- arqueóloga. Entramos en la curiosa justificación de lo injustificable, que nos va a dar mucho juego: el tema de Cuba.
Sobre Cuba dice doña Esther: La realidad cubana es la democracia más profunda que he vivido yo en cualquier país. En España no hay una democracia garantizada, por ejemplo en los centros de trabajo a nivel sindical. Están totalmente corruptas las elecciones en los centros de trabajo.
Lo que ocurre es que, con 26 añitos y tan arqueológicos estudios, doña Esther ha debido tener poco tiempo para vivir y trabajar en Cuba, y experimentar los placeres de las elecciones cubanas, y de las plantaciones isleñas.
Sin embargo, añade: cuando llegas allí te das cuenta de que, con los comités de defensa revolucionarios, hay una democracia participativa enorme en los barrios.....
¡Acabáramos!. Lo que doña Esther conoce de Cuba es lo que se ve en una visita turística guiada, en calidad de miembro del Partido, que es paseada y agasajada por los comités de defensa revolucionarios. O sea, que he entablado relaciones con los que viven del Partido, pero no se ha dado una vueltecita por las casas de alrededor. ¿O es que, fuera del Partido, no hay vida ni esperanza? ¿A que va a ser eso?
Dice doña esther -a propósito de Cuba, no lo olvidemos- que yo no estoy a favor del sistema de partido único pero es un sistema mucho más democrático y participativo del que tengo yo aquí en el Parlamento español. Se puede estar, en las formas, con otro tipo de democracias, pero eso no me lleva a cuestionar ni el comunismo ni la revolución cubana.
Lo que son las cosas, ahí tenemos un principio de entendimiento. El partido único es más democrático y participativo que el actual Parlamento español. Regla de tres por la que resulta evidente que el Régimen de Franco era más democrático y participativo que el actual, y justifica que los que estamos con este tipo de democracia en las formas, no cuestionemos el Nacionalsindicalismo ni la revolución española.
En Cuba -corrobora don Willy- hay cosas que se hacen mal, por supuesto. Ahora bien, es que existe un bloqueo. Si España sufriera un bloqueo naval, yo defendería que cualquier persona que contemporizase con la potencia que nos asediara fuera castigada.
Pues mire, señor Meyer: España sufrió un bloqueo, que usted conocrá porque se lo pidieron ustedesa las potencias imperialistas; España sufrió un intento de invasión -los llamados maquis-, del que usted tendrá noticia porque lo patrocinaron ustedes; España sufrió la agresión continuada de los que no vacilaban en liarse con el pretendiente Juan de Borbón -ya ve usted, un rey descoronado, pero rey si ustedes lograban ponerlo-, con tal de trincar carguito o algo más de pasta, que la del Vita tampoco iba a durar siempre, y se la quedaron los socialistas. España sufrió la agresión de todos los rojos miedicas -los de verdad dieron la cara en las trincheras o en las cárceles, cuando delinquían- que iban por los organismos internacionales mendigando una intervención extranjera, por el amor de Dios, con mano y cantinela de pedigüeño desvergonzado.
No parecen pocas razones para que, según sus palabras, se castigara a los que contemporizaban con los asediadores. Y, preguntado por los presos políticos de Cuba, dice don Willy: Yo no los llamaría así. En Cuba hay personas que no condenan el bloqueo y que...
Esto es de género idiota, porque ya me dirán ustedes qué cubano, medio muerto de hambre, no va a condenar que -presuntamente- los bloqueadores les impidan comer; o qué cubano -cubano de filas, no del Partido- ha sido preguntado por si condena o no condena. Pero estas frases nos sirven para irnos entendiendo.
A los que no condenan el bloqueo se les castiga con la cárcel. No son presos políticos en opinión de don Willy. Luego, los que en su día apoyaron a los que pedían el bloqueo de España, y con más razón los que bandolereaban con las armas bajo el sobaco, y los que les protegían, escondían y ayudaban, había que castigarlos y no fueron presos políticos, como dicen ustedes. Eran delincuentes comunes.
Por si no quedase claro, aún apostilla don Willy: En Cuba hay personas que contravienen la Constitución cubana y se les procesa.
Dicho lo cual, no tendrá el señor Meyer ninguna queja de (como dice al principio de la entrevista, ya les advertí de que aquello iba a ser importante) haberse formado sufriendo cárcel, exilio... Era puramente lógico: ustedes, los comunistas, contravenían la Constitución (esto es, las Leyes Fundamentales), y se les procesaba. Ni siquiera se les fusilaba, salvo caso excepcional.
Y eso que a ustedes el tema de los fusilamientos no les parece demasiado importante, como se desprende de lo que argumenta la señora López, sobre los de Cuba: Cuando los últimos fusilamientos pedimos al gobierno cubano que no los realizara. Pues claro. Pero a ver... ¿Eso mancha un régimen para siempre? Pues es que hay determinadas acciones que son cualitativamente más importantes que el hecho de que hubiera una excepcionalidad de un fusilamiento.
Aunque fuera verdad la mitad de lo que su propaganda -comunista-, y la de los que viven de la subvención por bailarle el agua a Rodríguez -y tocarnos los calahuis, toma alianza de civilizaciones, a los demás- con el tema de los fusilados del franquismo, usted misma razona muy bien: hay acciones que son cualitativamente mas importantes que un fusilamiento. Y además, pasada la época de excepcionalidad, eso no mancha a un régimen para siempre.
Por otra parte, preguntados sobre si firmarían un manifiesto por la libertad de los disidentes cubanos presos en Cuba, don Willy responde: No, yo no lo firmaría. ¿Mientras exista el bloqueo? Nunca; y doña Esther replica: Estamos en estado de excepción.
Lo que viene a significar que, si los Gobiernos de Franco hubieran mantenido permanentemente -porque permanentes eran los ataques- el estado de excepción, en lugar de retornar a las garantías constitucionales rápidamente, ustedes hubieran encontrado razonable y adecuado el enchiqueraminto de facinerosos, y no lo hubieran llamado represión. Y les hubiera parecido bien que los encarcelaran y hasta que los fusilaran. ¡Coño, para haberlo sabido!
Para finalizar, la señora López dice esto, preguntada sobre si Otegui es un preso político en su opinión: cuando una persona no ha incumplido la ley, o no más que otros... y se le detiene... ¿Otegi es un preso político? Pues.... Es que no sé si decir eso porque...
Bien, brillante respuesta, firme y concisa, sin una indecisión, ni un titubeo, ni un traspiés dialéctico, que denota la alta preparación de la arqueóloga contratada temporal por el Estado para IU. Menos mal que confiesa que no sabe qué decir, y se le nota.
Pero de lo que dice, algo queda claro: si uno no delinque más que otros, no es culpable. Para quien aún no lo supiera, ya tiene la prueba de lo que es la justicia para los comunistas: se puede ser delincuente, pero sin destacar sobre los demás delincuentes.
Las leyes tienen que valer, venga de quien venga la violencia, puntualiza doña Esther, comentario que me exime de mayor análisis, porque es la palmaria confesión de que quien se salta la ley tiene -lo dice antes don Willy- que ser castigado, sea quien sea. Es decir: aunque sea comunista el que quiere subvertir el orden constituido.
Y para colofón, se descuelga la señora López afirmando que ahora, con la crisis es la oportunidad, la gente está mucho más receptiva ante la grave situación que se está viviendo. Y ante eso nosotros tenemos que saber abrirnos aún más.
Ignoro cuanto sabe abrirse doña Esther, y la verdad es que no me quita el sueño su apertura. Pero lo que parece evidente es la cerrazón mental, paleolítica, ristra de muletillas mal hilvanadas y chinchines rechinantes, con que topiquea y estereotipa. Muy propio su oficio de arqueóloga para acabar en el PC, pura antigualla, vetusto chiringuito decimonónico y espeso, ordinariez momificada, faraónica estupidez, criminalidad de sílex, caverna de deshechos humanos, en donde mejor acomodo puede encontrar una tal doña Esther López -tan cortita que su compañero la tiene que corregir en cada respuesta, porque se le ven las intenciones-, y un tal don Willy Meyer -que ya se que lo de don Willy suena a cachondeo, si; pero no es mi culpa, yo sólo escribo respetando las reglas de cortesía normales- croando entre lo que piensa y lo que se puede decir para no espantar al tontolaba votante.
En fin, si no fuera porque -como me dice mi camarada Arturo- entre estos ectoplasmas ojideformes y cerebrodesbarajustados, están creando una nueva URSS, vía mono rojo, en América, la cosa no merecería mas que una carcajada.
Así, hará falta alguna andanada que, menos mal que ellos lo han dicho, no mancha para siempre. El tiempo justo de limpiar los mondonguillos, será.

OBSTRUCCION INTESTINAL (Blas de Lezo)

Zapatero se ha ido a Polonia, ya que en España no tiene nada que hacer, que es zona europea que carece de problemas. Hace algún tiempo dejó plantado al polaco con dos palmos de narices, porque su mucho trabajo lo tenía agotado. Ya no tiene hoy trabajo y puede dirigirse al personal desde el atril, último mueble importado de tierras de usacos. Y desde ese atril y estrado abre su blanda boquita, estira los mofletes, hace trabajar a la ceja y suelta algo parecido a esto: “en España también hemos derribado el muro, esa pesada losa que la aplastaba durante cuarenta años”.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, aunque después de la permanencia de ZP en el gobierno las perspectivas de continuidad ya no son tan seguras, ha sacado su “memoria histórica” de esa parte de su cerebro casi vacío, donde amontona los tópicos y frases hechas que ya están entrando en la inmortalidad. Porque comparar la España que se encontraron los “transicionantes” a la muerte de Franco con la Alemania “popular y democrática” que se vio sobre los escombros al otro lado del Muro de Berlín, es una simple felonía. Más bien recuerda la alegría de ese derrumbe de la basura comunista, la entrada de los nacionales en Madrid o Barcelona al final de la guerra que fue de auténtica liberación, cuando, con medio siglo de anticipación sobre el de la “Vergüenza”, el pesado muro marxista se vino abajo en España, gracias al sacrificio de tantos españoles que hoy, su política del odio, quiere enterrar.
Creemos que España sufre una peligrosa obstrucción intestinal “zapatera” y la única solución es que España cague a Zapatero, así de claro, para que todo el excremento contenido que hace peligrar la propia vida de España, sea expulsada de una vez para siempre.
Y después, a reponerse.

Blas de Lezo

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