Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 16 de diciembre de 2013

SOBRE EL OMBLIGUISMO CATALANISTA.

Se que este tema es viejo -como de tres siglos, vaya-; se que me voy a repetir, porque las cosas son como son y no cabe más argumento que el que hay. Se que las gilipolleces de estos catalanistas pedestres aburren a las ovejas, y que sus pataletas piden a gritos un par de soplamocos y dejarse de más gaitas. Pero habrá que repetirse, puesto que ellos son monocordes hasta el anquilosamiento.
 
Un fulano apellidado Mas-Colell, a quien los catalanes tienen la desgracia de sufrir como consejero de Economía, ha declarado -véanlo en La Gaceta, si gustan- ha declarado que la actitud del Gobierno "no variará demasiado" porque, a su juicio, "es consciente de que cualquier movimiento que discriminara por razones políticas a los ciudadanos de Cataluña estaría en contradicción con su propio discurso de la españolidad de todos los catalanes".
 
Como de costumbre, este ceporro -como todos sus compinches separatistas- toma el rábano por las hojas, confunde el culo con las témporas, las churras con las merinas y su ombligo con el centro de la Tierra, al entender que la justa y razonable encarcelación de los delincuentes separatistas tiene algo que ver con Cataluña.
 
Los catalanes, señor Mas-Colell, son evidentemente ciudadanos españoles, con los mismos derechos y -ojo- las mismas obligaciones que cualquier otro. Pero usted -y sus compinches- se arrogan la catalanidad como cosa suya, propia, interiorizada en su cerebro enfermo y sus gónadas chiquititas. Y no es eso; al contrario, ustedes -los separatistas en general, todos revueltos- no suponen siquiera la mayoría de los habitantes de Cataluña con derecho a voto, puesto que en las últimas elecciones autonómicas no llegaron entre todos al 30% del censo.
 
Ustedes, los separatistas, se creen el centro del Universo, pero no son mas que unos paletos ceporros, que no saben ver más allá de su aldehuela, y piensan que si a ustedes les meten el paquete que merecen, eso es un ataque a Cataluña, en vez de ser una simple medida de higiene social.
 
Ningún Gobierno español -ninguno digno de ese nombre- va a castigar a los catalanes. Pero cualquier Gobierno español -digno del nombre y de la función- limpiaría Cataluña de la podredumbre corrupta y chupóptera que la está aniquilando, y le daría a los catalanes todos los derechos y libertades que ustedes -los separatistas- le han ido quitando.

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