Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 30 de junio de 2015

SOBRE CERRAR BOCAS.


Que es lo que Podemos quiere hacer con los militares que hayan pasado a la reserva, según indica La Gaceta.

Parece que a los democratiquísimos estalinistas de Podemos no les ha gustado que el general González Gallarza, ex Jefe del Estado Mayor del Aire y ya retirado, haya escrito un artículo en el que decía que le preocupaba mucho esa formación, salida de no se sabía dónde, a la que -en su opinión- habría que declarar fuera de la Ley por “antisistema, anticonstitucional, contraria al himno y a la bandera y partidaria de suprimir la Semana Santa” y que “debería cambiar su denominación de Podemos a Jodemos.”

Bien; los -sigamos la referencia del general González Gallarza- jodemitas, quieren prohibir que los militares retirados hablen o escriban de política. Uno supone que también -por ser consecuentes, aunque ya se que va a ser mucho pedir- exigirán que los jueces se abstengan de emitir opiniones políticas o de afiliarse a partidos políticos, que es un derecho que una sentencia de la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo ya deniega a los militares, dado que un juez partidista ofrece pocas garantías de imparcialidad.

Por tanto, es de esperar que -sigamos al general González Gallarza- Jodemos, exija a su declarado partidario Baltasar Garzón que cierre la boca -como los militares-, y que doña Manuela Carmena -que fue juez y ahora es alcalda de Madrid- dimita de su cargo y solicite la rejubilación.

SOBRE EL AGRADECIMIENTO REAL.

Lo dice 20 Minutos en un suelto de su página 6 de la edición madrileña: Felipe VI. En su primera visita oficial como rey a México, agradeció al país haber acogido durante décadas a españoles emigrantes, muchos de ellos republicanos huidos del franquismo.

Ignoro si lo que dice el periódico es una cita textual de las palabras reales, así es que tampoco voy a emplazar la artillería pesada. Pero acaso no estaría de más recordar -tanto a D. Felipe como a los periodistas y a los tontos con o sin graduación- que Méjico recibió a la hez de la Segunda República merced a la buena provisión de fondos que los socialistas se llevaron en el Vita, tras robárselo -así de claro: robárselo- a los españoles en general, y a los que tenían cajas de seguridad en los bancos -fuese cual fuese su ideología- en particular.

Razón mas que suficiente -la de ser ladrones de bancos- para que los republicanos huidos del franquismo salieran por patas. Los emigrantes -doy fe personalmente- fueron otra cosa, y acaso el rey haría bien en no confundirlo.

lunes, 29 de junio de 2015

SOBRE LA DESMEMORIA DE AZNAR.

Cuenta hoy el diario El Mundo, en su página 5, las declaraciones del señor Aznar, Presidente que fue del Gobierno de España. En ellas, Aznar reclamaba una «rectificación enérgica, creíble y suficiente para recuperar al electorado». Y añadía que hoy el votante «no sabe si el Partido Popular defiende la vida o el aborto, la unidad de España o la presencia de Bildu en las instituciones, las clases medias o la presión fiscal».

Y esto lo dice un señor que en su segunda legislatura, con mayoría absolutísima, mantuvo tal cual la ley del aborto de Felipe González; que le dio a Jordi Pujol cuanto quiso a cambio de que sus votos le mantuvieran en La Moncloa durante su primera legislatura, y que llamó a ETA movimiento de liberación nacional.




sábado, 27 de junio de 2015

SOBRE EL HARTAZGO.

El de la gente de bien -e incluso la normalita, y hasta algún desgraciadete que otro-, que están llegando a la conclusión de que ya está bien de que nos vengan los mahometanos a asesinar en casa, mientras los Gobiernos europeos abren las puertas -y las patas- ante la invasión musulmana.

Tras los últimos atentados del terrorismo islámico, los de siempre dicen lo de siempre, se asombran como siempre y politiquean correctamente como siempre. Y -como siempre- no me resisto a mandarlos a hacer puñetas, porque con estos cabestros no cabe razonar.

Quede, sin embargo, constancia de lo que dejé escrito -a propósito de la gilipollez del señor Zapatero, pero que vale para hoy- hace más de nueve años:


Esa de civilizaciones que se ha inventado el señor Rodríguez Zapatero.

Como invento no está mal. También en Bizancio se inventaron el debate sobre el sexo de los ángeles, mientras los árabes, en las puertas, se preparaban para dárselas todas juntas. Realmente, la Historia es monótona porque el número de los tontos es infinito.

Desde la inmodestia de no considerarme demasiado tonto, creo que no estamos precisamente en una alianza de civilizaciones, sino en una clara GUERRA DE CIVILIZACIONES. En la cual, obviamente, mientras discutimos sobre el sexo de los ángeles, el enemigo empieza a dárnoslas todas en el mismo sitio.

Cuando dos civilizaciones se enfrentan, la coexistencia es imposible. Una u otra deben vencer, destruir, hundir en el simple recuerdo del erudito, a la otra. Y la llamada civilización occidental, esencialmente cristiana, en franco declive, no tiene fuerza para oponer una resistencia real al ataque. 

Se enfrenta la civilización occidental, hundida en la molicie, en la apatía, en el egocentrismo, sin fe en sí misma, a una civilización expansiva, creyente, fanática e impelida -por su propia religión- a la guerra.

Total, que será cuestión de más o menos tiempo, pero estamos listos si no se produce un rearme moral de Occidente.


viernes, 26 de junio de 2015

SOBRE LA PLAZA ZEROLIANA.

Es decir, la que los sociatas del ajuntamiento madrileño han pedido para su compinche difunto, Pedro Zerolo. 


Nada extraño, si tenemos en cuenta que nada más fallecer el duque de Suárez le plantaron su nombre al aeropuerto de Barajas, sin que nadie me haya explicado todavía qué relación tuvo el difunto con el aeropuerto, y por qué un aeropuerto con décadas de historia a la espalda, y no un -pongamos por caso- puente, parque, centro cultural o similar. ¿Quizá porque el aeropuerto de Barajas ya estaba hecho, y hace tantos años que no se construye nada nuevo y útil que no queda ningún vestigio del pasado sin rebautizar, siguiendo la técnica de los faraones que ponían su nombre en las tumbas que habían construido otros? ¿O porque, de seguir la lógica, al señor duque de Suárez le hubiera correspondido un mingitorio público?

En fin, a lo que iba, que es el deseo de los sociatas de ponerle el nombre de su compinche a alguna zona pública que lo recuerde en las calles. Y parece que -ayer lo comentaba mi camarada Eloy en su Trinchera, y hoy lo pueden ver en la página 4 de 20 Minutos- el lugar que proponen es la Plaza de Vázquez de Mella.

Cada día me cuesta más creer en las casualidades, sobre todo tratándose de gente resabiada, henchida de complejos que lucen como medallas, hinchada de estereotipos. Por ello -y aunque la natural necedad que ostentan sin recato pudiera llevar a pensar otra cosa- debo creer que piden esta plaza concreta porque alguien les ha dicho quien fue Vázquez de Mella. ¿Qué mejor -se habrán dicho- que desalojar del callejero a un tradicionalista, para homenajear a un homosexual?

Porque el señor Zerolo fue, durante toda su vida pública, un homosexual. Fue de los que ostentan su condición sexual como trofeo y mérito, no de los que la dejamos -como la inmensa mayoría de la gente- en nuestra intimidad. Pedro Zerolo fue políticamente homosexual; esto es: hizo de su condición título de mérito para ocupar cargos. 

Y fue, además, un homosexual exhibicionista; de los que presumen y se refocilan en lucir públicamente lo íntimo, de manera que hasta para alabar a su jefe de manada sacaba a relucir sus inclinaciones. Recuerden cuando dijo aquello de que Zapatero le daba unos magníficos orgasmos... orgasmos -se vió obligado a precisar- democráticos. O sea: que don Pedro Zerolo -fuese bujarrón, bardaje, o ambivalente, y las reclamaciones al diccionario- usaba la democracia para metérsela en el culo.

Por supuesto, tiene mucho más derecho que Vázquez de Mella a tener una plaza en este Madrid.


jueves, 25 de junio de 2015

SOBRE EL MACACO MADURO.


Que casi, más que Maduro, es ya zocato de puro pocho. Me refiero, evidentemente, al gilipollas llamado Nicolás y apellidado Maduro, sumo bonobo de la querida Venezuela, y especialista en mirarle los pajaritos al difunto Chávez.

Este imbécil -mire el diccionario, señor fiscal- exige ahora, según La Gaceta, una compensación por los años de esclavitud que sufrieron cuando eran colonias.

Se comprende que, en su patente limitación intelectual, don Nicolás no sepa que los indígenas de la América Española jamás fueron esclavos, y que estuvieron protegidos por las Leyes de Indias. Que, por supuesto, no siempre se cumplieron, como cualquier otra Ley en cualquier época; pero que existían, y que prohibían el trabajo obligado para los indios, y que se les forzara a la conversión al catolicismo, entre otras muchas cosas.

Don Nicolás tendría que hacer poco más que mirarse al espejo para comprobar que los indígenas que España -en su nada docta opinión- esclavizó, sobrevivieron en buenas condiciones, mejoraron su nivel de vida satisfactoriamente, y se reprodujeron sin cortapisa. Al final, cuando los criollos -que no los indígenas- decidieron convertirse en los amos de sus cortijos, engendraron algunos seres despreciables, tarados, bobos grandilocuentes e insulsos, que se convirtieron en dictadorzuelos de opereta. Eso si, muy bolivarianos, como si eso fuese decir algo. Y tan socialistas como para conseguir que en sus paraísos no haya siquiera papel higiénico, y cuando lo hay, cueste más de lo que supondría -véase La Gaceta- adecentarse la popa con papel moneda. Vamos, señor Maduro: que los habitantes de un país tan rico como Venezuela, han llegado al extremo de limpiarse el culo con sus billetes, y no por desafección al régimen bolivariano, sino por pura economía.

Llegados a este extremo, parece innecesario comentar más; pero a uno, en el fondo, le gusta seguirle el juego a esta clase de tontos, porque dan mucho de si y divierten una jartá.

Por tanto, podríamos decirle al señor Maduro que cuantificase -a precio actual de mercado- el importe de las riquezas que -no en su opinión incualificada, sino en la demostración documental- España tomó de Venezuela. Y luego, que cuantifique -también en valor actual- el coste de los edificios, caminos, carreteras, puentes, que todavía gozan ustedes, o que abrieron el camino a construcciones posteriores. Que cuantificase el coste de las Universidades -edificios y docentes, y número de alumnos correspondientes a tres siglos-; y lo mismo en cuanto a las las escuelas donde los niños aprendían a hablar un idioma universal -sin que nadie les quitara el suyo, que aún hablan- y a escribir. De los colegios que en la Península recibían a los hijos de los criollos -o sea, de los ya nacidos en América- que miraban por encima del hombro a los demás y no querían mezclarse con los indígenas, y que a fin de cuentas fueron los snobs que acabarían repudiando a España para hacerse los amos.

Que tradujese al patrón oro -o al patrón dolar, que a fin de cuentas es lo que quiere Maduro- el coste de la introducción de la agricultura y la ganadería modernas; de la artesanía y la industria. Cosas todas ellas que quizá los actuales habitantes de Venezuela no recuerden, porque usted y los pajaritos de Chávez lo han hundido todo y ya no tienen ni qué comer, pero que los más viejos del lugar -si usted no los ha matado de hambre o de asco-, sin duda recordarán.

Y, ya que a ello estamos, que traduzca a moneda de curso legal el coste de la preparación militar de Simón Bolívar, su alabado -por más que desconocido- Libertador, del que toman el nombre pero no la vergüenza.

Y después de hacer cuentas, vaya ingresándonos la diferencia.

miércoles, 24 de junio de 2015

SOBRE EL NEPOTISMO CARMENERO.


Nepotismo -según la RAE- es la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos. 

Por lo tanto, parece evidente que si doña Manuela Carmena, alcalda -no discriminemos por género llamándola alcaldesa- de Madrid, ha contratado a don Luis Cueto -su sobrino político- como jefe de Gabinete, saltándose el Reglamento de Ordenación del Personal del Ayuntamiento, que prohíbe la contratación como cargo eventual de un familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad -vean La Gaceta-, los que la critican por ello tendrán razón.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento madrileño defienden el nombramiento aduciendo que don Luis Cueto es funcionario de carrera, y su designación es de personal directivo no eventual.

La cosa merece cierto estudio, porque a fuer de falangista puedo atenerme a la realidad sin caer en la conducta habitual de los politicastros de carril, que denigran al contrario aunque tenga razón, y alaban al propio aunque sea un cabestro. Como falangista, digo, puedo atenerme a los hechos y analizarlos sin más limitación que mi natural capacidad. Capacidad que -a qué negarlo, si ustedes no me iban a creer- supera en bastante a la de los plumillas serviles. 

Por lo tanto, habría que ver que tipo de relación laboral une al señor Cueto con el Ayuntamiento. Una cosa es si el sobrino de la señora Carmena ha sido contratado en unas condiciones distintas a las que corresponde a un funcionario de su rango -grupo A1, nivel 30 máximo- o con unos complementos desusados para ese rango; o si la vinculación no es funcionarial, sino por contrato laboral; y en este último caso, si se sujeta al Convenio correspondiente, o se ha firmado fuera de Convenio.

Comprendo que este galimatías es un lío, pero tiene mucha importancia. Porque si el señor Cueto ha sido nombrado, como funcionario, para un cargo de libre designación, todo es conforme a la Ley y no hay nada que criticar. O -caso de haberlo- la crítica sería hacia quien hizo la Ley vigente, no hacia quien se limita a aplicarla, que es algo que también lleva haciendo libérrimamente el PP durante toda esta legislatura en la Administración General del Estado.

Pero si el señor Cueto no ocupa plaza de funcionario, y ha sido vinculado con un contrato laboral, si se habría incurrido en una ilegalidad -porque está claro que no ha habido tiempo de tramitar la correspondiente oferta de la plaza, con la requerida publicidad y la concurrencia de candidatos- y, por supuesto, en un claro nepotismo.

martes, 23 de junio de 2015

SOBRE LA ERREJONADA.

O sea: el tweet de don Íñigo Errejón que tanto ha dado que hablar y escribir en los últimos días, generalmente para -disculpen la sinceridad- descojonarse de la presunta empanada mental del autor. Incluido su compadre Pablo Iglesias, que le contestó algo así como que es jodido ser un intelectual. Vamos, que ni el señor Iglesias entendió un pijo.

Sin embargo, pese a la chanza y la incomprensión, la cosa está clara. No es sino una muestra más de la fraseología rimbombante y hueca del comunismo desde la creación de la III Internacional, vieja de casi un siglo. Para progres incultos -dispensen la redundancia-, plumíferos necios, votantes sin ideas pero con antipatías, recomiendo la lectura de, por ejemplo, 1984 de Orwell: o casi mejor en este caso, de Arthur Koestler en sus Memorias, que ofrece una sentencia bien clara e inapelable: La dialéctica marxista es un método que permite a un idiota parecer notablemente inteligente.

Lejos de mi la intención de llamar idiota al señor Errejón. Por el contrario, me parece un listo o, si lo prefieren, un listillo. De esos que piensan que, para parecer intelectuales, lo que tienen que hacer es decir sandeces. Eugenio D'Ors, que además de parecer intelectual lo era, lo explicaba mejor cuando su secretaria entendía a la primera sus greguerías: oscurezcámoslo.

El señor Errejón lo ha oscurecido tanto -y tan lejos, todo sea dicho, de la maestría dorsiana- que ni los suyos le han entendido. Evidentemente, para entender estas gilipolleces y reducirlas al román paladino se necesita cierta capacidad de abstracción, cosa para la que no todo el mundo está dotado, y aún menos los productos de los sucesivos desaguisados deseducativos de los últimos cuarenta años.

Para quienes -bendito plan de estudios del 56 ó del 58, que no recuerdo la fecha exacta- estudiamos filosofía, las leyes de la lógica, el proceso de la abstracción y todas esas cosas que luego consideraron inservibles los nuevos programadores del igualitarismo por abajo -o sea: todos tan tontos como el más tonto-, no supone gran esfuerzo entender al señor Errejón. Un poco si, a qué negarlo, porque uno es normalito. Pero comprendan que después de leer La rebelión de las masas, de don José Ortega y Gasset -por simple gusto, no por obligación académica-, o la Crítica de la razón pura, de Kant -ídem de lienzo- descender al nivel de don Íñigo no cuesta tanto.

Total: que para decir -una salida de pata de banco- que para mangonear -hegemonía- a
sociatas, izquierdohundidos, proetarras y gentuza varia -aliados laterales- hay que tener cuidado de que el núcleo irradiador -Podemos y asimilados- no tire de la cuerda
-tensión- hasta que se rompa, y que hay que admitir a quien sea -apertura-, pero dejando claro quien manda -afirmación-, no hacía falta tanto orujo.

De todas formas, y de fuentes bien informadas, se sabe que don Íñigo Errejón, tras escribir lo que tienen en la foto, descansó.

Luego, tiró de la cadena.

lunes, 22 de junio de 2015

SOBRE EL DEBATE DE LA BANDERA.

No la de don Pedro Sánchez, que ahora descubre que es español y puede -como cualquier otro español o extranjero bienintencionado- lucir la Bandera de España sin que eso le haga fascista, aunque si le ayude a ser -o parecer- persona decente. 

Sobre esta Bandera -la de España, digo- ya hace mi camarada Eloy Mirayo, en su Trinchera, las precisiones adecuadas y les recomiendo la lectura.

La bandera de que voy a hablar es otra; es la bandera Confederada cuya presencia en un espacio público del Estado de Carolina del Sur ha levantado los jeremíacos lamentos de prensa y radio -la TV no la veo, gracias a Dios- por considerarla racista.

La bandera de los Estados Confederados de América fue la que izaron los Estados del Sur en la guerra civil estadounidense. Como los periodistas incultos -la mayoría-, y los tontolabas con master, se empeñan en explicar aquella guerra como una lucha contra la esclavitud, supongo que será inútil afirmar que en aquél conflicto hubo mucho más que eso; que fue una lucha entre el capitalismo salvaje del Norte, encarnado en los explotadores de obreros y en la hez de la sociedad, y el sentido caballeroso y mucho más humano del Sur. 

¿Humanos los del Sur, que tenían esclavos? -me dirán. Pues si: mucho más humanos que los del Norte, que acabarían esclavizando a negros y blancos, y que aún ganando la guerra mantuvieron leyes de segregación racial hasta los años 60 del pasado siglo XX. Y que -dicho vaya para quien lo ignore- no abolieron la esclavitud por principios morales y humanitarios, sino para crearle un segundo frente a los enemigos del Sur. 

Pero mi debate no es ese, sino significar que todos estos tragaldabas que se escandalizan de que subsista la bandera de los Estados Confederados de América en el ánimo de la gente, no digan ni media palabra cuando los progres de mierda y los rojos de salón, y la ultraizquierda de burdel, sacan sus banderillas de la Segunda República.

miércoles, 17 de junio de 2015

SOBRE LA DIVERSIÓN DE MAS.


Diversión que el señor Mas ha confesado -según La Gaceta-: Lo que me divertía un poco, pero no como una falta de respeto, es que un Estado que había hecho todo lo posible, con todas las amenazas, para que hubiera silencio, lo que conseguía era una pitada monumental en un campo en el que había mas vascos que catalanes", ha señalado. El presidente catalán ha añadido que el Estado debería reflexionar por qué se producen estas pitadas en lugar de tratar de impedirlas.

Hombre, Arturete, el por qué se producen esas pitadas es obvio: porque tu y tus cómplices -incluidos Zapatero y Rajoy, por no ir más atrás- habéis instalado la mentira, la falsedad, el odio y la sinrazón en las mentes obtusas y aldeanas que no ven más allá de su mata de geranios.

Con respecto a eso de que el Estado había hecho todo lo posible para que los baskos y los catalunlleros se comportaran como personas, en vez de como canallas, ¿qué quiere que le diga?. A mi se me ocurren dos o tres cositas que el Gobierno -porque el Estado es otra cosa- podría haber hecho. Mire: sin ir más lejos, invitar -puesto que el evento estaba organizado por la Federación, esto es, un organismo del Estado- a un par de compañías de legionarios. Sin acritud, señor Más; sólo como recompensa a sus labores en tareas humanitarias en el extranjero.

¿Se apuesta algo a que sus catalunlleros -no confundir con catalanes- y los baskos -que no los vascos- se meten los pitos por los susodichos, o se los tragan motu proprio, sin violencias, por simple gusto?

SOBRE LAS RECUSACIONES DEL PSOE


Recusación de dos de los magistrados de la Audiencia Nacional designados para juzgar el asuntillo de Gürtel, que ha anunciado el PSOE, denunciando -véase 20 Minutos, pág. 9- falta de apariencia de imparcialidad, dado que esos magistrados fueron elegidos como vocales del Consejo General del Poder Judicial a designación del PP.

La cosa, evidentemente, parece clara. Parece, digo. Puesto que si no se designan magistrados propuestos por el PP, por sospecharlos faltos de imparcialidad, habrá que designar a los propuestos por el PSOE, que -en mi modesto entender- tendrán la misma sospecha de falta de imparcialidad.

Pero lo mas curioso, es que el PSOE se permita hablar de falta de apariencia de imparcialidad cuando un magistrado de la Audiencia Nacional -ya, gracias a Dios, expulsado de la carrera judicial por prevaricación- fue en las listas electorales del PSOE.

martes, 2 de junio de 2015

SOBRE EL HIMNO.


¡Qué horror! ¡Si han pitado el Himno Nacional! ¡Si se han cachondeado del Rey! ¡Si el botarate de Arturito Mas se ha sonreído, el hideputa!...

Esto es, más o menos, lo que han debido pensar los calzonazos peperoderechoides, peperocentristas, peperoleches, y los sociatohipócritas, sociatapátridas, sociataguerracivilistas zapateriles. O, por lo menos, lo que han dicho de boquilla, aunque a alguno le diera igual, dado que en su caletre figura lo de nación como concepto discutido y discutible.

Así, mientras el señor Sánchez llama al Rey para -dice El País- solidarizarse con él por la pitada, el gobiernillo basko ve “fuera de lugar” una sanción por pitar el himno, y el PP -véanlo también en El País- afirma por boca de su portavoz, Carlos Floriano, que ese tipo de manifestaciones no cabe en la libertad de expresión, por lo que va a sugerir una serie de cambios legales, analizando la normativa comparada que existe en otros países, pero con detenimiento y prudencia.

O sea, y en román paldino: acojonados.

Porque esto de pitar al Himno Nacional de España no es de este sábado. Porque ya el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en un auto del 21 de julio 2009, dictaba que los silbidos y la gran pitada estaban amparados en el derecho a la libertad de expresión, afirma La Gaceta; o sea, que viene desde hace lo menos seis años, que pueda documentar, que en la realidad hace muchísimos más.

La cosa viene desde -al menos, y según la memoria que tengo de ejemplos claros- los últimos años 80, cuando el F:C. Barcelona jugó en Sevilla una final de alguna competición europea, y los camaradas de Juntas Españolas quisieron ir al campo a apoyar a ese club, con una pancarta donde se leía que lo apoyaban por español. Les dijeron de todo, los amenazaron de todas formas, y la Policía les obligó a retirar la pancarta porque -dijeron- no se podían hacer responsables de su seguridad si continuaban exhibiéndola.

La cosa viene desde la Olimpiada de Barcelona, cuando un grupo de camaradas de Juntas Españolas fue a recibir la antorcha, con las Banderas de España que correspondían al lugar donde se celebraría el evento, y fueron insultados y agredidos por cientos de energúmenos, y expulsados del acto por la Policía, mientras los hijos de puta separatistas quemaban Banderas de España -que habían llevado ellos mismos; las que llevaron mis camaradas volvieron sin novedad- ante la bovina pasividad de las supuestas fuerzas de orden público desplegadas.

De ello dimos cuenta en EJE -si quieren leer el reportaje completo, en la página de Ediciones Anteriores se pueden descargar toda la colección-, y de ello comenté en este mismo diario el 16 de mayo de 2009.

La cosa -sin hacer distingos de origen puramente deportivo- viene desde las Banderas de España que quemaban los hijos de puta separatistas baskos y etarras, o catalunlleros desde el mismísimo 1976, cuando todos los sociatas de aquella sociedad de mierda los aplaudían. La cosa viene de todos los vándalos acrataseparatistas barceloneses, que en sus jaranas habituales, con permiso de la autoridad incompetente del gobiernillo autónomo y pasividad entre bovina y caprina del nada respetable Gobierno supuestamente nacional, quemaban Banderas y fotos reales. Fotos que a mi, como efigies personales, me traen sin cuidado; pero que me importan por cuanto representan a mi Patria. Mal, sí; pero es lo que hay por ahora.

Pero es ahora, ayer, cuando los peperos que dicen que gobiernan se han puesto a pensar. Y no será por o estar advertidos, porque ya ha más de dos años -el 11 de febrero de 2013 lo comenté en este diario- Doña María Dolores de Cospedal, su musa, afirmaba que me parece también que deberían existir sanciones para ese tipo de actos que lo que hacen es ofender a símbolos del Estado, con motivo de otra hijoputada similar en Pabellón Arena de Vitoria, durante la final de la Copa de Baloncesto.

O sea, que no es de hoy, de ayer, del sábado. El asunto viene de largo, y hacia otro lado han vuelto su asquerosa jeta don Adolfo Suárez, don Leopoldo Calvo Sotelo, don Felipe González, don José María Aznar, don José Luis Rodríguez y don Mariano Rajoy. Seis consentidos, seis, como anuncian a los cornúpetas en los carteles taurinos.

Y ahora, al cabo de casi cuarenta años, se entera el señor Rajoy, la señora Cospedal, el señor Sánchez... ¿Son lentitos o no? 

¿O de lo que se trata es de armar un poquito de jaleo, crecerse como si de verdad fueran bravos, sabiendo que a la legislatura no le queda tiempo para hacer nada mas que propaganda?

lunes, 1 de junio de 2015

SOBRE LOS PACTOS.

Pactos post-electorales, evidentemente.

De momento, todos dicen que tienen sus límites, sus líneas rojas que no están dispuestos a traspasar. Al menos, hasta que -lo verán ustedes- huelan el cuero de la poltrona y los efluvios del papel moneda. Al tiempo.

Me dice un amable comunicante, en comentario a mi entrada última, lo siguiente: 

javichu ha dejado un nuevo comentario en su entrada "SOBRE LA SUERTE DE MARIANO.": 

Un análisis excelente, ni yo mismo lo hubiera dicho mejor. 

Interesado estoy en cómo piensan resolver las cosas en Navarra porque con la obsesión de echar a UPN y al PP pasa porque pacten los nacionalistas conservadoresdel PNV (Geroa Bai), los bolivarianos chavistas de Podemos, la salvaje izquierda nacionalista de Bildu y los comunistas. Como para echarse a llorar 

Agradezco la opinión sobre mi análisis, pero la verdad es que no tiene más mérito que el de conocer el paño y la Historia.

Esto mismo me permite avanzar al amigo Javichu cómo solucionarán el asunto en Navarra y en cualquier otro lugar: arrejuntándose todos, cogiditos de la mano. 

La situación, que a los ojos del votante actual parece inverosímil, ya es antigua: ocurrió exactamente lo mismo en los años treinta del pasado siglo. Entonces, PNV y socialistas -los comunistas apenas existían- no tuvieron empacho en unirse para hacer frente a un partido de derechas que había ganado las elecciones. Sucedió en 1934 -la llamada Revolución de Asturias, y la menos nombrada y no menos grave intentona separatista de la Catalunlla aldeana y cerril-, y volvió a suceder en 1936. El PNV, confesionalmente católico, se puso a disposición de la República atea, quemaconventos y matacuras.

Apenas existían entonces, como decía, comunistas, y menos aún terroristas baskos, y ni asomo, claro está, de bananeros del Orinoco. Pero para el caso es lo mismo. Los marxistas, sean soviéticos o venezolanos, se llamen socialistas o izquierdohundidos, se presenten como terroristas o como viejecitas que les conceden ayudas, son siempre igual; y su política es, también, siempre la misma: acorralar y expulsar de la vida pública al que no piense como ellos. 

Y lo mismo les da levantarse en armas contra la República porque entra en el Gobierno el partido que ha ganado las elecciones -CEDA, en 1934-, que anudar un cordón sanitario para desalojar al partido -PP, desde Zapatero- que concita poco menos de la mitad de los votos emitidos.

Esto ya lo hemos visto -o, por lo menos, leído- y empezaremos a enterarnos en cuanto se aposenten los podemitos y sus franquicias varias, entre las que se acabará incluyendo el mismísimo PSOE.

Lo que no acabo de ver claro es que al final el resultado se repita también, pero no puedo negar que espero estar aún en condiciones de tomar parte cuando llegue. Amén.

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