Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 11 de marzo de 2025

SOBRE EL ANIVERSARIO.

Se cumple el aniversario -vigésimo primero, si no me equivoco- de los atentados del 11-M; aquellos que costaron la vida, lesiones, enfermedades y sufrimiento a cientos de inocentes, y beneficiaron a los culpables que tenían que beneficiar. 
Lamento no poder explicarme mejor, pero la libertad de expresión no me lo permite. Sólo diré que acaso las concesiones de Sánchez a Marruecos no estén -al menos, no sólo- influenciadas por lo que le hayan encontrado en su teléfono móvil, sino en deudas viejas de años. 

No voy a ser más claro expresando mis sospechas -tampoco hay que ser un lince, y tampoco soy el único que en su día aplicó el axioma de que para identificar a un culpable debe buscarse al que se beneficia del delito-, pero si voy a ofrecer unas fotos que no han sido publicadas -que yo sepa- por la prensa o las TV españolas.

Hace tiempo ofrecí en este diario un enlace a las mismas, para que quien quisiera las pudiera descargar y ver, pero ahora no encuentro ni aquella entrada ni aquél enlace. Por otra parte, aquél enlace ya no funcionará, porque todas estas maravillosas páginas que ofrecen almacenamiento se entretienen en cambiar las direcciones de acceso, con lo cual no valen de nada.

Por lo expuesto, he vuelto a subir aquellas fotos en dos formatos distintos: en el "pps" original en que las recibí, y en "pdf" para facilitar la portabilidad del archivo.

En los enlaces las tienen, con la advertencia de que son fotos muy duras -verdaderamente duras-, y que quien las descargue y vea lo hace avisado y bajo su responsabilidad.

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Estas fotos me llegaron hace algunos años -no soy capaz de especificar cuántos, pero probablemente entorno a diez- y en aquél tiempo no abundaban como ahora las falsificaciones de todo tipo que la llamada "inteligencia artificial" ha promocionado. No obstante, aunque creo que son auténticas, no puedo responder de ello como si las hubiera hecho yo. 


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