Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 10 de octubre de 2012

SOBRE LA EPOCA FRANQUISTA DE BASAGOITI.

No pensaba comentar nada sobre la manifestación que los separatistas catalanes hicieron el pasado domingo en un estadio de fútbol. No pensaba comentarlo, porque a fin de cuentas uno intenta hablar de cosas serias -quizá por eso últimamente no escribo con demasiada frecuencia- y lo de hacerse una manifa separatista en el Camp Nou no deja de ser una chorrada, como corresponde a la fauna organizadora, que no distingue la velocidad del tocino, ni el fútbol de la derrota militar vieja de dos siglos. Masocas o así, que son los tíos.

No pensaba comentarlo, porque además ni siquiera -como madridista- puedo enorgullecerme de nada hasta que les hayamos devuelto las goleadas recibidas en el Bernabéu.

Con respecto a los gilipollas peloteroseparatistas, el comentario que hace mi camarada Eloy en su Trinchera deja las cosas muy en su sitio, y a él les remito. Pero en esto, llegan los bocazas politiqueros y me obligan a entrar en el asunto.

Primero, las declaraciones de los ministrillos rajoyescos, tancredianos como él mismo, acongojados como él mismo, mansos como él mismo, que sólo tienen en mente la marca España, y las posibles repercusiones económicas -García-Margallo dixit- de lo que, a todas luces, necesita un tratamiento distinto. Por supuesto, no el que Rajoy le otorga con calificativos de disparate colosal, sin anunciar propósito de enmienda.

Casi tampoco pensaba comentar esto, porque en el fondo todos sabemos que para el PP, su Marianico y sus comparsas lo único que importa es la cuenta de resultados, y quien aún lo dude y les atribuya cualquier otro valor no es de este mundo y más le vale dejar la coca o el aguardiente o el vino peleón.

Pero así las cosas rebuzna un tal Antonio Basagoiti, ascuasardinero metido a politicucho, y rebuzna sin consideración al ridículo.

D. Antonio Basagoiti es el candidato del PP a presidente del gobierno autónomo de la región de Vascongadas. Lo digo para quien no tenga gusto de bucear entre las medianías, las mediocridades, los quieroynopuedo, los damepanydimetonto, los cobardes, los gilipollas con master y los necios sin graduación, y no lo conozca.

Pertenece el señor Basagoiti a esa casta -tan pepera- del acomplejado sin congojos, del mentecato sibilino y del sinvergüenza cum laude. Es un pobre donnadie, aupado a la cúspide de su cachito de pastel por la cobardía de su partido, la cesión al chantaje, el acojone y el malminorismo cabrón.

Comprenderán que para que me tome la molestia -bueno, confieso, no es molestia- de hilvanar unas cuantas definiciones como las que van dichas, algún motivo ha de haber. Y, por supuesto, lo hay.

El señor Basagoiti -en su medianía aborregada, en su mediocridad atosigante- no ha encontrado mejor forma de expresar su opinión sobre la majadería del separatismo catalanista del F.C. Barcelona, que decir que -véase El País- el partido le recordó la época franquista, porque se utilizó "el fútbol para intentar hacer partidarios y hacer política."

No se qué edad tiene el señor Basagoiti; me importa tres leches la edad que tenga el señor Basagoiti, y le deseo que cumpla muchos más, pero donde las personas decentes no lo tengan que oír. Porque el señor Basagoiti -que no creo que luchara ardorosamente contra el franquismo, como tampoco lo hizo ninguno de los que presumen- es un perfecto asno.

El franquismo utilizaba el fútbol para hacer política, ¿verdad, imbécil? Claro: por eso en televisión ponían un partido a la semana -o dos, si había Copa de Europa-, y ahora ponen la liga española enterita, y la francesa, la inglesa, la alemana, la italiana y la de Tontolabistán, que es la que ve el señor Basagoiti. Con la diferencia -eso sí- de que ahora hay que pagar por verlo, y entonces era gratis.

¿Para hacer política y partidarios? Pues dígaselo a su señor expresidente Aznar, que publicó una Ley dando no se qué órdenes para que se emitieran en abierto los partidos de fútbol de especial interés o algo así.

¿Y también los toros, no? Evidentemente, por eso en cuanto ustedes, los peperos, han trincado asiento en TVE, lo primero que han hecho ha sido reanudar las retransmisiones taurinas. De lo cual yo me alegro, que lo uno no quita lo otro; pero mira por dónde, Basagoiti imbécil, lo que escupes al cielo te cae en la jeta.

Todo, sin embargo, se explica. Como el señor Basagoiti no puede hacer campaña contra el terrorismo etarra y sus cómplices -PNV incluido, obviamente-, porque el partido al que pertenece es otro cómplice del terrorismo, y ya las asociaciones de víctimas no le van a hacer el caldo gordo, recurre a lo que todos los politicastros, politicuchos, politicacas y politimierdas: a la herencia del franquismo. Basagoiti es otro de los que viven cojonudamente contra Franco.

Sobre todo, ahora que la otra herencia de Franco -la económica, la de las fábricas, el turismo, las clases medias, la declaración de la renta inexistente para la mayoría y los impuestos casi desconocidos; y la de las infraestructuras, las carreteras, los ferrocarriles, los puertos y aeropuertos (con aviones y viajeros), los embalses (que gracias a eso bebemos todavía) y los trasvases (porque entonces los ríos españoles eran de todos, no de los necios que hacen nacer el Ebro en Cataluña)-; ahora que esa herencia se ha agotado y sólo nos queda la miseria que produce la memocracia, es muy rentable periodísticamente estar contra Franco.

No sea que alguien que no sea tan canalla se ponga a comparar. ¿A que si, Antoñito?

No sea que alguien se ponga a hablar de fútbol, y diga que si los separatistas le roban Cataluña a los españoles, el F.C. Barcelona jugará la liga con el Espanllol (ya no Español), el Gerona y el Nastic, porque los clubes españoles que actualmente protestan de que la parte gorda del pastel se la reparten el Barça y el Madrid verán con buenos ojos que uno de ellos deje su trozo. Y no se hagan ilusiones inútiles: la liga española quizá perdería interés -televisivo- sin el Barcelona; pero la liga Catalana no la pagaría ni Pujol.

Y no sea que alguien se ponga a hablar de política, y cuente que -vean Alerta Digital- en cuanto un par de aviones militares hacen una pasadita, los separatistas pierden el culo rumbo a la frontera de Francia. Son tan cobardes, y están tan convencidos de que lo suyo es un crimen, que en cuanto un avión mueve las alas repetidamente, lo toman como amenaza, cuando cualquiera sabe que esto no es más que un saludo amistoso. Hacer alegrías, lo llamaban los pilotos de García Morato, y era la forma de avisar de que volvían todos a casa después de la misión.

Pero ya se sabe: piensa el ladrón.... etcétera, etcétra, etcétera. Y el cabrón, más (escrito sea con minúscula).

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