Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 13 de agosto de 2010

SOBRE EL BLOQUEO A MELILLA.

Bloqueo al paso de mercancías al que cuatro mojamés de sunvención alauita -Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos, se dicen según El País-, están sometiendo a Melilla, en protesta -dicen- de actos racistas y xenófobos de la Policia y la Guardia Civil.
“Los marroquíes, desde hace una semana, se niegan a obedecer las órdenes dadas por las mujeres policía que están de servicio en la frontera de Melilla”, informa, por su parte, Minuto Digital, que también comenta que Marruecos tolera la salida masiva de inmigrantes ilegales desde sus playas.
Por lo que se ve, a los moritos no les parece bien que en España las mujeres puedan entrar en la Policia, y menos aún van a tolerar que les diga una mujer por dónde puede o no puede pasar, así es que se saltan las normas -españolas- a la torera. Luego vienen las bofetadas, y a llorar, claro. Tanto es así, que esto de que las policías -mujeres, pero policía- les den el alto les parece una "actuación provocadora" y una tal doña Amina Bouayach, presidenta de la Organización Marroquí de Derechos Humanos se ha sumado a la protesta pidiendo a oenegés españolas que "insten a su Gobierno a respetar (...) la integridad física de las personas", a lo que -dice El País- ya se han apuntado Andalucía Acoge y Pro derechos Humanos de Andalucía.
Dejando a un lado la guasa de doña Amina, hablando de Derechos Humanos en Mohamedlandia, digo yo que acaso sea hora de tomar nota de los nombres de esas oenegés tan acogedoras y humanitarias. Más que nada, para enviarle a casa a sus miembros unos cuantos moritos según vayan llegando las pateras, y cuando a las señoras, señoritas, señorotos, les vayan midiendo el lomo los mojamés, se enteren de lo que vale un tentetieso -más que Derecho- humano.
Pero como a la vista queda que no hay ni incidentes, ni racismo, ni xenofobia, ni leches, y todo se reduce a la periódica necesidad alauita de tocarnos las Plazas de Soberanía para que sus míseros moritos tengan distracción, creo que mi mejor comentario debe ser la propuesta de iniciativas que solucionen el problema.
Por ejemplo, aparejar de inmediato unos cuantos cargueros que surtan a Melilla de todo -lo necesario y aún lo supérfluo- y que realicen el transporte diario de mercancías protegidos por una fragata de la Armada, más que nada por darle entrenamiento a los marinos.
Por ejemplo, cerrar a cal y canto la frontera de Melilla, de manera que los vendedores de frutas, verduras, pescado, materiales de construcción, etc., y los 35.000 moritos -lo dice también El País- que vienen diariamente a Melilla a trabajar, se queden con su mercancia y con su paro, a la mayor gloria de Mohamed VI. Aquí nos sobran parados -incluso marroquíes parados- para cubrir todas las vacantes que queden.
Por ejemplo, tomando nota de lo susceptibles que se muestran los mojamés, de forma que la próxima vez que a su rey le molesten los helicópteros españoles que avituallan el Peñón de Alhucemas, se siga lo que en su día propuse, pero añadiendo que la fragata que haga el servicio, realice -al pasar cerca del yate de don Mohamed- las salvas que las Ordenanzas determinen para un Jefe de Estado extranjero, en honor de la buena amistad entre los primos que reinan a ambos lados del Estrecho.
No voy a proponer que se deporten ipso facto todos los marroquíes que no tengan permiso de residencia, porque eso no es una propuesta que me corresponda a mí realizar, sino una obligación legal de nuestras autoridades.
Lo que si voy, por último, es a comentar lo dicho por el señorito Chaves que -informa La Gaceta- ha pedido al presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), "prudencia" en sus declaraciones sobre la relación bilateral entre España y Marruecos, que debe evitar usar "políticamente".
"Creemos que los incidentes que ha habido en estos momentos no deben perturbar, interferir ni poner en riesgo las magníficas relaciones que existen en estos momentos. Esa es la voluntad del Gobierno, la actitud del Gobierno, pero sin perjuicio de la actitud que han mantenido las fuerzas de seguridad en estos días", ha señalado.
Y ha añadido que el Gobierno tomará "en su momento" las medidas que considere oportunas, y que "el Gobierno sabe lo que tiene que hacer en Marruecos".
Eso es lo malo, don Manuel. Que ya sabemos lo que su amo Zapatero piensa con respecto a Marruecos, y aquí va al trestimonio claro e indiscutible de ello.


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