Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 29 de diciembre de 2010

SOBRE EL CAFE DE SEBASTIAN.

Dice don Miguél Sebastián, ese señor que es Ministro de lo que no hay, no existe ni se lo espera; esto es, de Industria, que la subida de la electricidad en un 9,8% no es más que el equivalente al "precio de un café", así lo refleja la prensa, aunque la noticia la tomo de Público, para que no digan.
Lo malo es que también sube el precio de la bombona de butano, esta vez un 3,13%, según informa El Mundo. Y que -dice también El Mundo- las conexiones de banda ancha a Internet con en España entre un 21,2% y un 28,7% más caras que la media de la UE.
Ya puestos, afirma 20 Minutos que ir al cine cuesta un 7% más que hace un año. Hace dos meses, El Mundo nos advertía que la banca encarecía las comisiones de cuentas, tarjetas e hipotecas.
Ahora, dígame usted, don Miguél, cuántos cafés llevamos sumados. Pero que no sean de los que su compadre Rodríguez se tomaba hace un par de años en el Congreso, a sesenta céntimos.

SOBRE LA VIOLENCIA DE CAYITO.

Le pongo el diminutivo, porque a mi don Cayo Lara me produce cierta ternura, como cuando veo juguetear a un chimpancé, o unos polluelos en el nido, o un batracio escondiéndose entre la hojarasca, acaso porque su edad mental cae cerca de la de un ser vivo, pero sólo recientemente humano, en bibiana definición. Esto es, que parece un crío llorón, maleducado y sólo aproximadamente racional.
Ahora, para criticar las palabras del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, que ha afirmado que la violencia doméstica es mas elevada entre parejas indefinidas -arrejuntes, amontonamientos, aquitepillo y aquitemato varios, concubinatos relativamente permanentes-, que entre las que tienen fundamento más sólido, el señor Lara ha afirmado que el maltrato "tiene que ver con el machismo" y la idea de "dominio" del hombre sobre la mujer, "con que la mujer, según dice la Iglesia, se hizo de una costilla de Adán"; y que hay una responsabilidad clarísima de nuestra cultura y nuestra educación religiosa.
Es decir: que para Cayito -y los rojetes de su cuerda- la culpa de que se maltrate a las mujeres la tiene la Iglesia. La Católica, por supuesto, que el rojillo no va a criticar a ninguna otra: Ya sabéis que el matrimonio religioso cuando da la bendición dice 'hasta que la muerte os separe'. Sobran más comentarios, ha dicho.
Vale, Cayín, léete esto:
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“El Corán cita textualmente que el hombre tiene derecho a pegar a la mujer si no es obediente”
Emiratos Árabes establece que un hombre pueda pegar a su mujer
Cuarenta latigazos a una periodista en Sudán por ir vestida con pantalones
Detenido un marroquí en Mallorca por tener encerrada a su mujer durante dos años
El líder musulman de Alcalá de Henares justifica la lapidación de mujeres
Maltratar a las mujeres es legal en muchos países del mundo
Mujeres somalíes son azotadas públicamente por llevar sujetador
Una chica marroquí aborta al recibir una brutal paliza por no llevar el velo
Violencia de género los inmigrantes protagonistas según el CGPJ
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Y ahora, Cayito, vete a la mierda, gilipollas.

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