Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 29 de mayo de 2012

EL LÍMITE DE LA MEMEZ.

Sigo sin tiempo para poder escribir, por mor de la reinstalación de todos mis programas y cachivaches, pero no me resisto a dar a conocer este comentario de mi camarada Arturo Robsy:

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España, que quiere ser respetada, llega a límites que no han alcanzado las naciones bananeras ni las comunistas. Estamos en lo alto de la memez.

Hoy se acaba de saber que los soldados españoles se pagarán la mitad de rancho. O sea, también para ser soldado y poder comer hay que pagar. Antes al menos se solucionaba permitiendo los sacos. Véase el Saco de Roma, o el de Amberes. Con el miedo de hoy, nuestros Tercios hubieran debido pagar los destrozos hechos en el cerco y asalto.

En este camino destructor, que no de ahorro, pronto veremos cómo los soldados deben pagar el combustible de sus vehículos, el coste de sus viajes a tierras de misión militar, usar escopetas de madera. Ya manejan carros de combate alquilados. Y acabarán pagando el Ibi de los cuarteles.

¿Fue Azaña el que destrozó el Ejército? Pues Rajoy le sigue ganando. Que no le salga un Casasviejas.

¿Por qué no se paga a los acreedores extranjeros, con las municiones que ahora se venden a los países subdesarrollados?

Bah: lo importante de esto no es el mínimo ahorro que se conseguirá con los ranchos: es la señal de impotencia y de rendición que se transmite y la burla que recibiremos a cambio. ¿Hacía falta rebajarnos a tanto? ¿Hacía falta ser tan gilipollas y masones? ¿Es necesario hacer el ridículo?

¿Qué dirán los oficiales que, desde siempre, procuran el bienestar de su gente y el trato justo? Lo ideal sería que lo dijeran en voz alta.

Arturo Robsy

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