Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 5 de febrero de 2015

SOBRE LO QUE VIENE.

Anda la prensa, radio, etcétera, revuelta con las últimas encuestas del CIS. Esas que preveen el hundimiento del PSOE y el ascenso de Podemos. Se rasgan las vestiduras los que alaban el bipartidismo como la panacea, y se alegran los que quieren cambiar como sea y hacia donde sea.

Soy consciente de que no he escrito mucho sobre los pablitos, pabletes y pablones, y apliquen ustedes la rima si lo juzgan conveniente. No lo he hecho porque hay poco que decir sobre ellos, dado que ellos no dicen nada sobre lo que se pueda razonar. Son el más palmario ejemplo de lo que afirmaba Longanessi: no tienen ideas, sino antipatías.

En cambio, hoy trae la prensa -página 6 de El Mundo, y pulsen sobre la imagen para ver más grande el recorte- una información que da auténticamente la medida de Podemos: la eurodiputada gaditana Teresa Rodríguez abandona su carguillo bruselense para aspirar a presidir la Junta de Andalucía. Y esta señora tiene como referencia -dice El Mundo- la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) de Juan Manuel Sánchez Gordillo y el Sindicato Andaluz de Trabajadores de Diego Cañamero.

Es decir, la referencia de Podemos es la del salteador de supermercados Sánchez Gordillo, que en sus ratos libres también se iba de acampada a las fincas de los demás. Simplemente por gusto de hacer ruido, pues en tales casos de ocupaciones nunca se ha visto a nadie arando la tierra, ni sembrando, ni recogiendo cosechas. Tocar las narices y vivir de la subvención, lo único que ha hecho este fulano en todos los años que ha sometido a su pueblo a la dictadura bolchevique.

Este es el estilo y la referencia de Podemos, dicho por ellos. Y lo que se puede esperar -cualquiera que sepa algo de Historia- es evidente, porque esto suena, y mucho, a cosas que ya hemos conocido. ¿No suena esto a Frente Popular, a los primeros meses de 1936? A mi si, y me gustaría equivocarme, pero no creo.

Por supuesto, no quiero con estas palabras avisar de nada, ni alarmar a nadie, ni despertar a la derecha cobarde. No pretendo sino dejar constancia, porque soy -y a buen seguro no el único- de los que piensan que esto no tiene más salida que la que todos estamos pensando, y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.

Lo que no veo nada claro es que se pueda repetir la solución de entonces, así es que iremos derechitos a la maravilla venezolana, o boliviana, o cubana. 

Y yo espero no llegar a verlo y haberme quedado antes en el camino de la democracia avanzada esa. Llevándome puesto lo que pueda, evidentemente.

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