Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 20 de mayo de 2010

SOBRE LAS INJURIAS AL JEFE DEL ESTADO.


En alguna Ley que desconozco, y que no tengo ganas de ponerme a buscar -tal vez en el mismísimo Código Penal-, existe la figura jurídica de injurias al Jefe del Estado. Lo digo, más que nada, porque no hace mucho juzgaron por un delito denominado más o menos así a unos canallas que habían quemado una foto de los Reyes en Barcelona, en una de sus cuchipandas aldeanoseparatistas.
El juez consideró que no había delito porque los jovenes -siempre son simplemente jóvenes estos garrulos, como todos los de ultraizquierda, aunque sean de la quinta de Estebancito Ibarra-, no hacían otra cosa que expresar libremente su opinión.
Expresando libremente una opinión -mi cabecera lo canta- puedo decir que ese juez es un pantalonbajero, un cobarde, un traidor y un necio. Y conste que a mí lo que le hagan los jóvenes al Rey me importa tres leches, y que no me causa ningún desajuste neuronal ver que queman una fotografía de Juan Carlos de Borbón. Lo que me importa es que no la queman porque sea Juan Carlos de Borbón, sino porque es Rey de España. Y eso es diferente, porque mientras no tengamos la República Nacionalsindicalista, el Rey es el Jefe del Estado español.
Toda esta parrafada viene a cuento de demostrar que, dado que se puede juzgar a alguien -aunque no haya bajo la toga lo que se presupone que debe haber- por injurias al Jefe del Estado, existe una Ley que contempla tal delito.
Sin embargo, la prensa -¿hace falta añadir amarilla?- se despepita y ababola con titulares como este de 20 Minutos de ayer: Un año de prisión por decir "Franco es una mierda" o "me cago en Franco"
Y luego explica -o copia de otro periódico de anteayer, pero no recuerdo de cual- que esas son dos sentencias del Tribunal de Orden Público, que juzgaba crímenes políticos. Y que un albañil borracho sufrió esa pena que cita, y también un tipo que dijo en tono jocoso: "Franco es una mierda y los que sirven con él también, con la mala suerte de que en ese momento pasaban a su lado unos soldados. Para mi, lo que tuvo este fulano fue buena suerte, no mala. La buena suerte de que los soldados le pusieran en manos de la justicia, en vez de aplicársela a mano alzada, cosa que ahora los cretinos interpretarían como tortura y represión militar, en vez de como la normal reacción de un hombre -con uniforme o sin él- ante un graciosillo faltón.
Otra sentencia del denostado TOP es la de dos tontolabas condenados a pasar dos meses en prisión y a pagar 5.000 pesetas de multa en 1970 por tirar piedras y tomates a una pantalla de cine mientras se proyectaba una película bélica sobre Vietnam. Lo que no entiendo es qué tiene esto de extraño y de criticable. ¡Ah, ya! Es que para los memócratas tirar piedras a una pantalla de cine es también una muestra de libertad de expresión. Tomaremos nota, por si surge expresarnos libremente en las cercanías de los directores de periódico.
Otro caso anónimo que debería ser famoso por lo que significó fue el del impresor Francisco Meseguer Villordo, detenido en Barcelona y posteriormente juzgado por poseer un revólver. El 20 de diciembre de 1976 recibió la desproporcionada condena de cuatro años y dos meses de prisión. Esta fue la última sentencia del TOP, cuenta 20 Minutos.
¿Cuatro años y dos meses de prisión por tenencia ilícita de armas? ¿Y en cuanto se pone ahora ese mismo delito? ¿O es también una forma de libertad de expresión? ¿Dónde hay que apuntarse?. Porque en la actualidad desconozco el precio, pero la tenencia ilícita de armas, allá por los comienzos de la memocracia, se ponía en seis años, así es que este fulano salió bastante bien parado.
Y lo de un añito por injuriar al Jefe del Estado, no es nada en una dictadura tan atroz como la de Franco, si lo comparamos con los bastantes meses que un buen camarada se pasó en el talego por decir algo similar de su actual sucesor, a título de Rey, ya con esta mierdocracia establecida y su libertad de expresión rampante y corrida hacia el rojo.
De verdad, cuanta idiotez, cuanta necedad, cuanta ineptitud, cuanta inoperancia, cuanta incultura, cuanta pequeñez, cuanta miseria moral y social inunda el día de hoy, para que el único tema a discutir sea el Régimen del 18 de Julio; y cuánto hijoputa sigue viviendo cojonudamente contra Franco.

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