Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 15 de enero de 2019

SOBRE EL PLAN DEL SEÑOR MINISTRO.

El Plan de acción contra los delitos de odio que ha puesto en marcha el Gobierno, y ha presentado hoy mismo el señor Grande-Marlaska, Ministro del Interior, y que -véase 20 Minutos- se propone combatir la discriminación y las expresiones de odio contra colectivos vulnerables por motivos de su origen nacional o étnico, sexo o género, ideología, identidad sexual, religión, capacidades intelectuales o físicas y situación socioeconómica, entre otras razones.

Ha añadido el señor Ministro: 

En los últimos años estamos viendo cómo avances en derechos que creíamos consolidados se están poniendo en cuestión y prolifera el discurso del odio hacia quienes no encajan en un modelo de sociedad monocolor y sectario que algunos pretenden imponer. 

¡Ya era hora!. Si, señor Ministro, ya era hora de que alguien se preocupara de combatir la discriminación y las expresiones de odio con que somos agasajados los españoles, los blancos, los hombres heterosexuales, los católicos, y los que nos ganamos el pan con nuestro trabajo.

Y por supuesto, ya era hora de que dejara de proliferar el odio hacia quienes no encajamos en un modelo de sociedad monocolor y sectario, como el que pretenden imponer los maricones -doña Dolores Delgado dixit-, las lesbianas, los xenófilos, los ateos rabiosos, los vagos y, especialmente, los mentirosos de oficio, los guerracivilistas, y los traidores que venden la unidad de España por unos meses en La Moncloa.


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