Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 2 de noviembre de 2018

SOBRE LA IMPUDICIA DE ÁBALOS.

José Luis Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, que -en un rasgo de sinceridad impensable en gentes de su calaña- ha confesado que hay quien quiere "reescribir la historia" y con total "impudicia".

Últimamente -en las últimas décadas, quiero decir, porque para estos impúdicos no pasa el tiempo- parece que los cargos de mandamasillo sociata y ministro de Fomento suelen ir unidos. En concreto, desde que Pepiño acumuló ambos, o saltó del uno al otro para ser el primer ministro de este régimen memocrático que militarizaba a los trabajadores que no le bailaban el agua.

Este otro bicargo -el impúdico socialista, secretario de organización del PSOE y ministro de Fomento-, sin duda por su incapacidad para diferenciar el tópico de la realidad, la mentira del slogan, los hechos de la patraña, la historia de la propaganda, ha terminado reconociendo que hay impúdicos que quieren reescribir la historia.

Le ha faltado nombrar a su compadre Perico el Desenterrador, a sus compañeras, compañeros y compañeres de Gobierno y Gobierna, y poner su propia foto como ejemplo de impudicia al querer reescribir la Historia con su falsedad de propaganda.




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