Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 6 de marzo de 2013

SOBRE UN MATON COBARDE.

Los habituales saben que no suelo alancear moro muertos, y que ni siquiera cuando el asesino Santiago Carrillo Solares bajó –según confío- a los infiernos, me permití cantar las verdades fuera del panegírico oficial de los mentirosos, los falsos, los sinvergüenzas, los cómplices y los tontolabas.

Tampoco en este caso voy a decir nada, cuando ha estirado la pata el señor expresidente –puesto que no llegó a tomar posesión del cargo tras la última elección- de Venezuela.

Sin embargo, en justa reciprocidad por el cariño hacia la verdad histórica demostrada por el señor Chávez hacia España, copiaré lo que escribí hace unos años.

 

MATÓN COBARDE

http://www.patriotas.es/LTDE/modules.php?name=News&file=article&sid=1390&mode=&order=0&thold=0

15-Noviembre-2007

 

Me había estado resistiendo al comentario, porque la verdad es que un simple ¿Por qué no te callas?, espetado en el colmo de la exasperación ante la verborrea de un loro, no me parecía digno de pasar a la Historia, por más que haya sido una de las cosas más dignas que ha hecho la Casa de Borbón por España desde 1700. Pero, en vista de la actitud del mono venezolano, no me va a quedar mas remedio que decir alguna cosa.

Porque la actitud del mono Chávez se está asemejando mucho a la típica del matoncete de patio de colegio, del matasiete cobarde, que vocifera cuando ya el adversario que le ha dado un sopapo está lejos. Es el típico cobardica que grita "¡soltadme!", por más que nadie lo esté sujetando; el gallina que amenaza con miles de kilómetros por medio.

El mono -lo siento, no llega a gorila ni de coña; si acaso, a tití- clama porque los españoles masacraron a los indígenas valerosísimos. Pero ¿se ha mirado al espejo?. ¿Hace falta mejor prueba que verlo a él y a su amigo Evo -nombre que, por otra parte, justifica cualquier exceso- para darse cuenta de que los indígenas están vivísimos, y algunos de ellos no sólo vivos, sino vivales?

¿Que los españoles expoliamos América? ¿Pero tu sabes, chimpancé, lo que cuesta enseñar una lengua con la que te puedas hacer entender? Vete a una academia de idiomas y pregunta, imbécil, porque gracias a España puedes hoy amodorrar a los pobres venezolanos con tu verborrea insulsa. Claro que, bien visto, haber sido causa de que aprendas un idioma civilizado podría considerarse hasta crimen contra la Humanidad.

¿Tu sabes, prehomínido, lo que cuesta una red de carreteras, de puentes, de caminos por los que tus antepasados pudieran moverse con más libertad de la que tú les concedes hoy? ¿Tu sabes lo que cuesta llevar la Universidad, la imprenta, la Justicia y una religión que no ordene comerse al prójimo?

¿Tu sabes lo que España ha invertido y sigue invirtiendo en América, gilipollas? ¿Tu sabes lo que hacen las empresas españolas hoy en Venezuela? Pues lo que hacen, es darle trabajo a tus súbditos, para que puedan ganarse el pan -cosa que tu, fantoche, no eres capaz de hacer-; lo que hacen es pagarte impuestos, aunque tu y tus monos los dilapidéis, porque tenéis la idea de los señoritos socialistas y queréis compraros una nación para cortijo privado; porque le regaláis la riqueza natural de vuestro país al que os ríe las gracias, y os importa una higa dejar a vuestro pueblo en la miseria.

¿Vas a meter el ojo en las empresas españolas? ¿Cual de ellos? ¿El mejor de los tres, que es donde estás sentado, macaco? ¿No será que lo que quieres meter en las empresas que te permiten extraer el petróleo, comunicarte con tu amigo Fidel, recibir turistas, es la mano?

Por cierto, matoncete cobarde, semisimio, ignorante, bobo: ¿a quien le has robado tú el apellido español que llevas?

 

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