Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 17 de mayo de 2011

SOBRE EL EJEMPLO SOCIALISTA.

No se si el señor Strauss-Khan intentó o no intentó violar a la empleada del hotel que lo acusa. La justicia -que en USA es mucho más seria que en España- dirá lo que tenga que decir.

No se si el señor Strauss-Khan habrá sido víctima -como dicen algunos- de una conspiracion, aunque parece que siempre le ha acompañado cierta flojera de bragueta.

Pero si se unas cuantas cosas que deberían pensarse los socialistas de carnet o simplemente de voto; de esos que parecen llevar el floripondio tatuado en la nalga para no olvidarse de que son sociatas de por vida.

El señor Strauss-Khan es socialista, y parecía ser la esperanza electoral de su partido. El señor Strauss-Khan se alojó en un hotel donde la habitación le costaba unos 3.000 dólares diarios. El señor Strauss-Khan estaba dispuesto a pagar una fianza de un millón de dólares. Los abogados del señor Strauss-Khan han pretendido obtenerle un trato de favor, lo que ha indignado a la policía de Nueva York.

Ahora, que los socialistas me digan si esos son comportamientos adecuados para quien se define como defensor de los trabajadores; esos mismos a los que -en el ejercicio de su cargo- aprieta el cinturón.

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