Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 5 de marzo de 2017

SOBRE LOS GRACIOSOS BASKOS.

Baskos, que -ya ustedes lo saben- no tienen nada que ver con los vascos.

Los baskos son los energúmenos, los de cerebro berroqueño, inútil para ninguna idea posterior al paleolítico, en el que anclan su odio, su aldeanismo y su estupidez.

Esto -hecha la presentación del basko- viene a cuento de ese programita de ETB1 -o sea, la televisión de Vascongadas que pagamos todos- que según El País se llama Euskalduna naiz, eta Zu? (Soy vascohablante, ¿y tu?).

En dicho programa, los paleolíticos baskos dicen que los prototipos de españoles son el “facha” el “paleto” la “choni” y el “progre.” Y esto, como pueden comprobar con la imagen siguiente, lo dicen así: fatxa, paletoa, txonia y progrea, lo cual demuestra la excelsa y ancestral cultura del -según el título del programa- vascohablante.

Lo cual no tiene nada de extraño, si tenemos en cuenta que -véanse estas otras imágenes- los vascohablantes -o, por decirlo con algo más de cultura- vascoparlantes, que se dedican al teatro, televisión o cine -o sea, que son actores- definen su profesión como aktorea.

De lo cual se deduce que, como indica una tal Miren Gaztañaga -que se dice aktorea- los españoles culturalmente con un poco atrasados

Y eso lo dice una señora que para definir su trabajo tiene que recurrir a escribir su ocupación en español, pero con faltas de ortografía.

Cosa que, por otra parte, debería molestar profundamente a otra señora -o lo que sea- que se define como aktibista feminista -eso si que es idioma propio para vascohablantes- pero que no protesta porque en su batúa lo mismo de aktorea sea la mujer que el hombre.

En el fondo, quizá todo esto no sean mas que las uvas verdes que desprecia la zorra de la fábula, cuando ve que no alcanza a cogerlas. Porque otra señorita -no creo que haya llegado a señora- se queja de la costumbre de piropear a la mujer. Algo que a ella -la imágen canta- difícilmente le puede haber ocurrido, y ya se sabe que la envidia es muy mala.

Por último, la aktibista feminista -toma vascohablante- rebuzna un qué asco me da esa bandera, en referencia a la de España.

¡Coño, menos mal! Gracias sean dadas a Dios.



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